La Habana, 10 de diciembre. La canciller mexicana, Patricia Espinosa, inició hoy su segunda visita oficial a Cuba, destinada, igual que la anterior, a reimpulsar las relaciones bilaterales, después de sendos periodos de conflicto.

La vicecanciller cubana Ana Teresita González Fraga recibió esta tarde a la secretaria mexicana, quien estará en la isla poco más de 24 horas. Junto con su colega, Bruno Rodríguez, el viernes encabezará la cuarta reunión del Mecanismo Permanente de Información y Consulta Política, la instancia que sirve como paraguas de la agenda entre las dos cancillerías.

El programa oficial de Espinosa sólo incluye la sesión entre las cancillerías, las ofrendas florales protocolarias y el acostumbrado saludo del cuerpo diplomático acreditado en La Habana. Por la tarde tiene previsto inaugurar una exposición de la desaparecida pintora mexicana Cordelia Urueta (1908-1995).

Aunque no hay reglas fijas, el presidente Raúl Castro ha recibido en lo que va del año a algunos cancilleres, como el español Miguel Ángel Moratinos y la sudafricana Maite Nkoana-Mashabane, así como a otros funcionarios de rango ministerial, por lo que no podría descartarse una visita de la mexicana al Palacio de la Revolución.

El miércoles sesionó aquí la quinta Reunión de Trabajo sobre Asuntos Consulares y Migratorios, para revisar la aplicación de un memorándum de entendimiento que desde hace un año es el marco legal para el movimiento de personas entre los dos países.

Aunque hasta hoy no había información oficial del encuentro, La Jornada pudo saber que ambas partes reconocieron que en el último año se ha reducido fuertemente el flujo de indocumentados cubanos hacia las costas mexicanas y ha crecido la repatriación de ilegales a la isla.

Sin embargo, los dos gobiernos manifestaron preocupación por la persistencia de una vía de movimientos clandestinos desde Cuba hacia Estados Unidos, a través de territorio mexicano, en menor cantidad que antes pero con mayores recursos.

Ejemplo de esos recursos son el empleo de lanchas rápidas de hasta tres motores y el trasbordo a yates de lujo, en los cuales algunos ilegales llegan a las costas mexicanas, simulando el regreso de un viaje de recreo.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos informó que en el año fiscal que va de octubre de 2008 a septiembre de 2009, detuvo a 5 mil 621 cubanos indocumentados que llegaron cruzando la frontera mexicana, poco más de la mitad de los 10 mil 30 registrados en los 12 meses anteriores.

En marzo de 2008 Espinosa vino para cerrar el largo capítulo de tensiones que estalló durante el gobierno de Vicente Fox. Las dos partes dieron por normalizada la relación, pero en mayo pasado La Habana suspendió el enlace aéreo con México, alegando su defensa contra la gripe A/H1N1, aunque mantuvo los vuelos de Estados Unidos y Canadá. Luego Fidel Castro acusó al presidente Felipe Calderón de ocultar la irrupción de la pandemia.

Calderón y el presidente Raúl Castro intercambiaron mensajes de buena voluntad en junio, en un borrón y cuenta nueva, pero ambos pospusieron las visitas recíprocas que tenían pactadas desde el año pasado.

Según los anuncios previos, Calderón vendría a Cuba en el primer semestre de 2009 y Castro correspondería en la segunda mitad del año. Pero ahora, para cumplir a corto plazo cualquiera de las visitas bilaterales, el calendario se ha estrechado por una cita multilateral: el balneario mexicano de Cancún será sede de la segunda cumbre de América Latina y el Caribe, en febrero próximo, a la que deberá estar invitado el cubano.