Adiós a Ponfilio
Daño a la izquierda
Carstens: las formas
Loret y discurso del odio
Valiosa decisión de la Corte
Por lentón, regaña el Senado a Calderón
Slim está contento por la salida de Ortiz
Amenaza de embargo
Coneval: nuevo método de medición baja la pobreza / I
Muy diferente a lo que el Evalúa DF anunciará hoy
Cepal certifica a Calderón
Estrellita para Carstens
El mayor logro en 80 años
Un par de colados
El corazón al sur
L
a guerra es la paz
era uno de los tres lemas de la implacable dictadura planetaria presidida por un personaje simplemente llamado El Gran Hermano, que imaginó el escritor británico George Orwell a mediados del siglo pasado en su novela 1984. Un postulado muy semejante pronunció ayer el presidente Barack Obama al recibir el premio Nobel de la Paz en la capital noruega, en una ceremonia magna y solemne que no bastó para menguar el azoro de amplios sectores de la opinión pública mundial que asistieron a la conversión de esa presea en una exaltación de virtudes guerreras.
¿Privilegios?
o cabe duda que estamos en un país en donde el progreso de uno es la molestia de otros, y máxime si los medios de comunicación respaldan esta situación.
ecuerdos, reflexiones y atisbos acerca del destino de los cerca de 13 millones de mexicanos indígenas se entretejen en las páginas del más reciente libro del maestro nahua Natalio Hernández. De la exclusión al diálogo intercultural con los pueblos indígenas es el título de esta publicación editada por la Universidad Intercultural de Chiapas y la Editorial Plaza y Valdés en este año.
finales de noviembre tuvo lugar en Holguín, Cuba, el quinto Coloquio Internacional por la Liberación de los Cinco Héroes y Contra el Terrorismo. Ahí se reunieron luchadores sociales, sindicalistas, pacifistas, parlamentarios, dirigentes partidistas, académicos, religiosos y estudiantes de diversas partes del mundo para fortalecer la campaña en favor de Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y René González Sehwerert, quienes desde hace más de 11 años están presos en cárceles de Estados Unidos por combatir el terrorismo y defender el derecho del pueblo cubano a vivir en paz.
l primero de diciembre pasado, en la academia militar de West Point, Barack Obama pronunció un discurso que podría significar el fin de su administración de la esperanza, una muestra más de la vocación intervencionista de Estados Unidos y la confirmación de que el premio Nobel de la Paz fue precipitado. (En cuanto al Nobel, resulta claro que el premio ha tenido peores galardonados: miren que otorgárselo a Henry Kissinger, arquitecto del golpe de Estado que desató la barbarie de Augusto Pinochet y destructor de Laos y Camboya: ¡cuánta destrucción y muerte causaron esas decisiones!)
l vacío institucional de poder que existe en México está determinando que los intereses más oscuros estén ya maniobrando, de espaldas a los mexicanos, y con una enorme antelación para volver a hacer una imposición en 2012.
or fin Calderón ha reconocido algo: que desoye a los ciudadanos. Aunque el martes pasado declaró que “desoirá a quienes piden al gobierno retirarse de la lucha antinarco”, el hecho es que su opción por desoír abarca todos los aspectos que le resultan incómodos a su gobierno o en los que de plano ha fallado. Es decir, todos.
esde que en la ciudad de México podemos elegir a nuestras autoridades, la mayoría de los capitalinos ha votado por las propuestas de izquierda, de ahí que llevamos gobernando esta ciudad más de una década.
eidegger dijo acerca de Georges Bataille que podía ser considerado como la mejor cabeza pensante de Francia en el siglo XX
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e la escritora rumano-alemana Herta Müller, premio Nobel de Literatura 2009, publicamos este fragmento de su libro En tierras bajas, con autorización de Ediciones Siruela. Esta obra, junto con otra de la autora, titulada El hombre es un gran faisán en el mundo, circulan en librerías de México con enorme éxito de ventas. Los dos volúmenes, traducidos del alemán por Juan José del Solar, forman parte de la colección Libros del Tiempo de ese sello