En el Klima Forum 2009, en Copenhague, exhortan a fomentar los derechos de la tierra
cumbre del puebloreparar la llamada deuda ecológica
Viernes 11 de diciembre de 2009, p. 39
En las instalaciones del Bella Center, lugar de convenciones sede de la 15 Conferencia de las Partes (COP15) en el seno de la Convención Marco sobre Cambio Climático de la ONU, se continúa discutiendo entre las partes –con las dinámicas de siempre–, es decir los países ricos tratando de dictar la marcha de los debates y los países pobres o en vías de desarrollo resistiendo y protestando o, en su caso, siguiendo la pauta marcada. En tanto, en el centro histórico de la capital danesa se llevó a cabo el tercer día del Klima Forum 09, la llamada cumbre del pueblo
, que ayer ofreció una muy interesante conferencia acerca de la llamada deuda ecológica y su reparación. En el vasto panel de intervenciones, destacaron las presencias de Naomi Klein, en su segunda participación en este foro, y de Angélica Navarro, negociadora del gobierno boliviano a la COP15.
En al foro, o más entrelazado con él, sigue la organización de los días de protesta que prometen invadir a partir de hoy, viernes 11 de diciembre, y hasta el próximo 16, las calles de Copenhague. En los últimos días han sustancialmente terminado de llegar manifestantes desde varias partes del mundo. Y sin embargo, también el gobierno danés ha comenzado a movilizarse para prevenir cualquier disturbio o movilización no autorizada
. No es sólo la confirmación de la nueva ley de seguridad pública que permite la detención por un mínimo de 40 días a todo manifestante que viole las disposiciones del gobierno en estos tiempos; son ya también las llamadas acciones preventivas que la policía danesa está realizando a partir del inicio de esta semana: incursiones en espacios legalmente ocupados por los manifestantes, severos controles callejeros, recolección de información y arbitrario bloqueo fronterizo a varias caravanas procedentes de otros países europeos. Con todo y lo anterior, los organizadores de las distintas iniciativas aseguran que habrá al menos 50 mil personas manifestándose.
El capitalismo, el verdadero problema
Durante la tarde de este jueves, en el seno de las actividades del Klima Forum 09, se llevó a cabo la mesa Hacia un tribunal de los pueblos sobre deuda ecológica y justicia climática. En la mayor de las salas que hospeda el foro alternativo y frente a una multitud que obligó a los organizadores a bloquear el paso de más gente, la negociadora del gobierno de Bolivia en la COP15, Angélica Navarro –presente en el foro alternativo porque se dio una escapadita de la reunión gubernamental
– sostuvo que la deuda ecológica tiene tres rubros distintos: el primero, la que los países ricos tienen con los países pobres acerca de la cantidad de emisiones provocadas por los primeros; el segundo, la que existe con la madre tierra en cuanto al obligado impuesto a ésta de adaptación, es decir desaparición de especies animales y vegetales; el tercero, finalmente, es con la Pachamama, la madre tierra, por todo el daño provocado. Mezclando un fluido inglés, el castellano y algunas palabras quechuas y aymaras, la embajadora de Bolivia frente a la COP15 insistió en que los países del norte del mundo deben pagar la deuda generada en el primer rubro, pero que los dos restantes no se podrán pagar nunca, pues la vida no tiene precio alguno.
Acerca de las negociaciones de las que está tomando parte en representación de mi presidente Evo Morales
, señaló que Bolivia estaría promoviendo el pago de la deuda ecológica justamente en la sede de la COP15. Luego, en un momento muy conmovedor, indicó que su rol en la conferencia oficial es la de negociar por la vida de la madre tierra y, tras denunciar que la COP15 es también una reunión llevada a cabo sin democracia y con autoritarismo, apeló a los asistentes a enseñarles a los que allá se reúnen qué es la democracia, cómo se toman las decisiones democráticamente, tal y cual lo hacen ustedes aquí
. Finalmente, tras anunciar la presencia en este espacio alternativo del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y su par boliviano, para el próximo 18 de diciembre, concluyó: Nosotros allá hablamos de emisiones y esas cosas, pero el verdadero problema, aquí, es el capitalismo
.
Intervino luego Ivonne Yánez, de Oil Watch de Ecuador, la cual advirtió a los asistentes: “Hay que tener mucho cuidado, pues el discurso del cambio climático es en ocasiones retomado por el mismo capital para aplicar algo parecido a la teoría del shock explicada por Naomi Klein”. Sin menospreciar la alarma real acerca del cambio climático, explicó, el discurso oficial puede aprovechar esta situación para obligarnos y chantajearnos a todos, sobre todo a los del sur
. También habló Elizabeth Peredo de la Fundación Solón de Bolivia, quien sostuvo que si el holocausto nazi impuso a la humanidad el tema de los derechos humanos, ahora, frente al holocausto ecológico, se impone el tema de los derechos de la tierra.
Terminó la ronda de intervenciones la aclamada Naomi Klein. La canadiense hizo una relación definitivamente más política de la actual situación. No pensó dos veces en tachar de farsa
la reunión de la COP15 afirmando que es necesario que todos nos movilicemos tanto para frenar el deterioro ecológico y sobre todo para reparar las deudas.
En este aspecto, la autora de No Logo y de The Shock Economy, ilustró algunos ejemplos: la deuda de Estados Unidos con los indígenas de esas tierras, así como con la población afroamericana, señalando el caso de Nueva Orleáns destruida por el huracán Katrina; habló de la reunión en contra del racismo de 2001 en Durban, Sudáfrica, y de la deuda con las víctimas de racismo. Finalmente, y ya aterrizando acerca de la crisis ecológica, apuntó que es el capital que tiene una deuda con la humanidad; por lo tanto reparar las deudas significa reparar al mundo
.
De adentro hacia afuera y viceversa
Finalizando su intervención, Naomi Klein invitó a todos a participar en la megamarcha anunciada para el próximo 16 de diciembre que cercará el Bella Center y espera tener respuesta positiva desde adentro de la sede de la COP15. Y cuando el movimiento habla de respuesta positiva desde adentro, no espera realmente que los gobiernos ahí reunidos escuchen las voces que se manifestarán, sino que los miles de participantes a la COP15, miembros de ONG y otras organizaciones, más afines al movimiento que a los gobiernos, se rebelen y protesten.
Las señales para esperar tal situación ya están todas: el martes pasado, un grupo de delegados de algunos países africanos protestaron en contra de la determinación previa de ciertos puntos de la agenda oficial por parte del país organizador, Dinamarca; ayer jueves, decenas de jóvenes se manifestaron en apoyo al llamado del presidente de la islas Maldivas, Mohamed Nasheed, quien lanzó un claro mensaje a todos los negociadores: ¡No moriremos tranquilamente!
, en referencia al lento pero evidente hundimiento de la isla por el alza del océano Índico.