La trama es absurda; su éxito, por más de un siglo, es que apela al inconsciente, señala
Los relatos de Lewis Carroll son surrealistas, pero sus personajes están en nuestros sueños
La película mantiene el espíritu del libro
La cinta carece del sello lóbrego del director
Domingo 7 de marzo de 2010, p. 9
Este fin de semana llegó la versión de Tim Burton de Alicia en el país de las maravillas, director que por cierto inició su carrera en 1979 en The Walt Disney Company como artista de proyectos e intermedios tipo El zorro y el sabueso y El caldero mágico.
Su primera película fue La gran aventura de Pee-Wee en 1985, y luego dirigió éxitos de taquilla como Beetlejuice el súper fantasma, Batman, El joven manos de tijera y Ed Wood. La animación stop-motion que hizo Burton en 1993 llamada El extraño mundo de Jack, se volvió una tradición anual. Otros de sus créditos son El gran pez, El planeta de los simios, ¡Marcianos al ataque! y La leyenda del jinete sin cabeza. Sus películas más recientes incluyen Sweeney Todd: El barbero demoniaco de la calle Fleet, Charlie y la fábrica de chocolate y El cadáver de la novia. El año pasado Burton produjo la realización animada 9 y editó un libro de 430 páginas, The Art of Tim Burton. El pasado otoño, el Museo de Arte Moderno (MoMA) inauguró una amplia muestra de su obra.
Ahora Burton regresa a casa para dirigir esta película de fantasía y aventuras en tercera dimensión (3D), Alicia en el país de las maravillas, con un giro mágico e imaginativo sobre uno de los relatos más adorables de todos los tiempos. Protagonizada por Johnny Depp, como el Sombrerero Loco, y Mia Wasikowska, que encarna a Alicia a sus 19 años de edad y que ahora regresa al mágico mundo que conoció cuando era niña, donde volverá a reunirse con sus amigos de la infancia: el Conejo Blanco, Tweedledee y Tweedledum, el Lirón, la Oruga, el Gato de Cheshire y, por supuesto, el Sombrerero Loco.
Alicia se embarca en un viaje fantástico buscando encontrar su verdadero destino. El reparto estelar también incluye a Anne Hathaway, Helena Boham Carter y Crispin Glover.
Lamentablemente es una película donde Burton hizo muchas concesiones y su sello lóbrego, críptico y funky, por lo que se ha hecho famoso, únicamente asoma en algunas ocasiones.
Presentamos una entrevista con Tim Burton, sobre su recreación del mundo maravillosos de las obras de Lewis Carroll, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (1865) y A través del espejo (1871).
–¿Qué es lo que más le atrajo de esta historia?
–En cualquier cuento de hadas está lo bueno y lo malo. Lo que me gustó de la Infratierra es que todo es levemente raro, incluidas las buenas personas. Eso es una parte importante de la cultura. Así que, hayas leído la historia o no, tendrás ciertas imágenes o cierta idea al respecto. Es una historia muy popular.
–¿Por qué cree que Alicia en el país de las maravillas aún es popular, a más de 140 años de su publicación?
–De alguna manera apela a lo inconsciente. Es por eso que esas grandes historias siguen vigentes. Definitivamente hay algo en esas imágenes, por eso es que hubo tantas versiones. Como película siempre ha sido sobre una pequeña y pasiva niñita que vive una serie de aventuras con exóticos personajes, sin ninguna gravedad. La intención esta vez es extraer la idea de esas historias y moldearlas para lograr algo que no está literalmente en el libro, pero que mantiene su espíritu.
–¿Cuántos años tenía la primera vez que leyó los libros?
–Estaba en la primaria, tal vez tenía 8 ó 10 años. Tengo una extraña conexión con ellos. La casa donde vivo en Londres fue propiedad de Arthur Rackham (famoso ilustrador de libros que creó las conocidas planchas de colores de Alicia en el país de las maravillas). Yo vivo y trabajo fuera del estudio donde él hizo algunas increíbles imágenes. Así que sentí que había una conexión entre el material y yo. Eso de alguna manera siempre ayuda.
–¿Cuál fue su reacción cuando le pidieron que dirigiera el filme?
–Me dieron un guión y dijeron: 3D. Incluso antes de leerlo, pensé que era interesante, y lo que me gustó sobre el guión fue que lo hizo una historia, le dio forma para una película que no necesariamente es el libro. Lo que me gustó sobre esta versión de la historia es que Alicia está en una edad entre la niñez y la adultez, cuando uno se está formando como persona. Alicia es alguien que no cuadra en la estructura y sociedad victorianas. Es más introspectiva.
–¿Por qué decididió hacer esta versión?
–Bueno, no es como una historia nueva. Si lees los libros, todos tienen este tipo de extrañas aventuras. Así que creo que el objetivo de Linda Woolverton, la guionista, era sólo usar a los personajes. Mira, hay tantas cosas... Siempre va a haber un personaje que será el preferido de alguien. Algunos extrañarán a la Langosta, o al que sea, había personajes icono que tenían que estar. Pero luego pensamos: Dejemos que ruede la historia y veremos
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–¿Cómo abordó el filme?
–Estaba fascinado por las imágenes... Creo que la gente siempre se sorprende cuando vuelve y lee las historias, porque son absurdas, surrealistas, pero esos personajes están en nuestros sueños. Esas cosas se nos quedan en el cerebro. ¿Por qué todos los músicos escriben canciones sobre ellas? Las cosas de Alicia que sentí que eran únicas porque son tan distintas... Por ejemplo, los bizarros cambios de tamaño, o tienes algunos animales que hablan y otros que no. Hay algo muy profundo: estas cosas que parecen al azar, pero no lo son. El objetivo es tratar de capturar eso.
–¿Por qué no hizo un relato fiel de los libros?
–Muchas de las imágenes de la historia se ven en escena, eso es lo fuerte de Alicia. Nunca fue la trama, porque es una relato absurdo; tratamos de darle a Alicia una historia
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