El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, advirtió que si las fuerzas de izquierda llegan divididas a la elección de 2012, les vamos a hacer un servicio a nuestros adversarios políticos.

Cuestionado sobre el anuncio de Andrés Manuel López Obrador de que volverá a buscar la Presidencia dentro de dos años, Ebrard Casaubon respondió que simple y llanamente se ha convenido en dos cosas: que tengamos una posición unitaria respecto de la elección de 2012, y que elijamos o decidamos a nuestra candidata o candidato en función de cuál es su posibilidad frente a los demás.

Afirmó que respeta mucho a López Obrador, y creo que él también a mí. Tenemos una relación de amistad, yo respeto y seguimos en lo que hemos dicho.

El Ejecutivo local puntualizó que no estaría de acuerdo, por ningún motivo, en que el Partido de la Revolución Democrática vaya en alianza con Acción Nacional en 2012. Tenemos que ir todas las izquierdas juntas, no veo una alianza con el PAN, por lo menos yo no estaría de acuerdo.

Antes el mandatario capitalino entregó de manera simbólica 546 llaves de igual número de departamentos en la delegación Azcapotzalco. Ahí afirmó que la dotación de vivienda debería ser una de las más altas prioridades de cualquier gobierno, como lo es para el de la ciudad de México, donde se combina el esfuerzo de los solicitantes con recursos públicos y privados.

Aclaró que no se regaló nada, se entregó crédito en un acto de elemental justicia.

Ebrard Casaubon se refirió a los más de 70 mil millones de dólares que ingresaron al país por el elevado precio del petróleo y que se canalizaron a gasto corriente y pago de deuda. Con esos recursos pudieron haberse construido viviendas para cientos de miles de familias en todo el país, pero desafortunadamente no se hizo así.

Recordó que en más de una ocasión ha planteado que a escala nacional se otorguen créditos para personas que ganan menos de cinco salarios mínimos al mes, que es más o menos 45 por ciento de la población, y así acabar con la injusticia que significa negarle el acceso a una vivienda.