La primera función de La inaudible historia de México se dedicó a Carlos Montemayor
Jueves 11 de marzo de 2010, p. 4
Desde la mudez de su pantomima, las escenas o estampas en collage de La inaudible historia de México faltan a la verdad histórica
más rigurosa, pero, en el otro extremo, se burlan también de la esquemática verdad oficial
.
Y desde ahí, mediante el esperpento, la sátira y el humor negro, los actores sordomudos de esa obra logran un apretado y creativo repaso a la historia de México.
Dirigida por Boris Schoemann y estrenada en el Teatro Sergio Magaña el viernes 5, en una función dedicada al recién fallecido escritor Carlos Montemayor y a la que asistieron como público varios sordomudos, La inaudible historia de México concluirá temporada el 28 de marzo, con funciones de viernes a domingo.
Anacronías de la Iglesia católica
En esta obra aparecen desde el águila y la serpiente –a veces más en pleno idilio que en combate– hasta el amarillismo desinformativo de la televisión mexicana de hoy, sin dejar de lado la fundación de México-Tenochtitlán, el sacrificio humano, Hernán Cortés, La Malinche, la Guadalupana, la Independencia o la Revolución, con momentos distintos pero muchas veces yuxtapuestos.
Se hace referencia también a diversas anacronías de la Iglesia católica, como su condena al aborto, incluso en caso de violación, o las recientes tendencias antiabortistas de partidos y políticos antes laicos y más o menos progresistas, como en el caso de la dirigente priísta Beatriz Paredes.
Es un ir y venir a lo largo y ancho de la gloriosa historia nacional, en el que se genera incluso una parodia en la que King Kong rapta a una princesa azteca, se trepa a una elevada pirámide y lucha contra un águila mexicana, en lugar de contra pequeños aviones.
En otras situaciones, los puentes de México al mundo hacen referencia al derrumbe de la Torres Gemelas en Nueva York, la muerte de Michael Jackson, la epidemia de influenza o el mito de Adán y Eva.
Si algo se puede cuestionar a esta interesante puesta de austerísima producción es la relativa rapidez de los gestos y movimientos de algunas estampas, lo cual llega a lastrar un poco el seguimiento o la comprensión de los contenidos.
Schoemann no pudo asistir al estreno, pero en el programa de mano puede leerse que el espectador observará extrañas comparaciones históricas, hechos totalmente anacrónicos, héroes nacionales encerrados en su estampita, violaciones a los derechos y a la verdad histórica, revisionismo dudoso y crítica política vilmente incorrecta
. Así es, pues, como esta inaudible historia de México se hace oír.
Los actores sordomudos son Roberto de Loera, Eduardo Domínguez, Jofrán Méndez y Lupe Vergara, y como suplentes, Maricarmen Molina y Lucila Olalde. Y la dramaturgia, de Hiram Molina, Jorge Alejandro Suárez Rangel y el propio Schoemann.