Campeche, Camp., 10 de marzo. A ocho meses de haber sido encarcelados, los dirigentes del Movimiento de Resistencia Civil contra las Altas Tarifas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aseguraron que su lucha sigue viva y pronto se verán los resultados.

En el reclusorio de San Francisco Kobén, en esta capital, Sara López González, Joaquín Aguilar Méndez y Guadalupe Borjas Contreras, a quienes Amnistía Internacional (AI) declaró el 4 de marzo presos de conciencia, sostuvieron que a su movimiento ya no lo detienen. Tenemos la razón de nuestra parte, aunque la justicia sólo sea para unos cuantos.

Sara López, quien comentó que fue nominada a los premios Antonio Montesinos, de Nicaragua, y Arzobispo Sergio Méndez Arceo, de Cuernavaca, Morelos, por su defensa de los derechos humanos, manifestó: Nos robaron nuestra libertad al encarcelarnos injustamente, pero no podrán quitarnos nuestro espíritu de lucha, y tenemos la satisfacción de que el movimiento no ha sido en vano y pronto se verán los resultados.

Los activistas del municipio de Candelaria, acusados por la CFE de privación ilegal de la libertad de funcionarios de esa paraestatal y obstrucción de obras públicas, fueron detenidos por la Procuraduría General de la República (PGR) el 10 de julio de 2009. Nuestro peor delito es oponernos a pagar altas tarifas eléctricas por un servicio caro y malo, enfatizaron.

López González acusó: Estamos presos injustamente. La CFE y la PGR se ensañaron para tratar de detener el movimiento de resistencia civil, que ya nada para.

Mencionó que el hecho de que AI los declarara presos de conciencia confirma que son inocentes y que las autoridades mexicanas fichan a quienes participan en manifestaciones o disienten de manera legítima.

No tengo nada de que arrepentirme

Sara, de 44 años y madre de cinco hijos, insiste en que su lucha es en favor de los campesinos, de las clases más necesitadas que viven en comunidades rurales, donde o pagas el recibo de energía eléctrica o comes, aunque eso parece no importarle a las autoridades, apuntó.

La mejor prueba de que no tengo nada de que arrepentirme es que el movimiento está firme. El gobierno pensó que nos iban a callar y que la resistencia se enfriaría. Lo único que lograron fue encender más a la gente, insistió.

Confió en que pronto serán liberados porque tenemos la razón. Somos presos de conciencia, presos políticos.

Joaquín Aguilar y Guadalupe Borja conciden con ella: Nuestras familias nos han apoyado por completo, porque saben que luchamos por nuestro pueblo y desenmascarar al gobierno, que sirve a poderosos y adinerados.

Los integrantes de la Resistencia Civil en Contra de las Altas Tarifas de la CFE están convencidos de que la razón nos hará libres, aunque las autoridades insistan en inventar cómo seguir perjudicándonos.