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Apremian a cesar pláticas con Bucareli sobre cédula de identidad

Lleva el tricolor al seno de IFE su confrontación con el PAN
 
Periódico La Jornada
Jueves 11 de marzo de 2010, p. 8

Le voy a hacer una recomendación, consejero presidente: no firmen convenios, no cumplen, sugirió el priísta Sebastián Lerdo de Tejada en su arremetida contra la cédula de identidad y la pretensión del Ejecutivo de perseverar en el proyecto. Vamos a una discusión para ajustar el marco normativo, más allá de camisas azules y manos negras, para darle certidumbre a un debate que genera suspicacias, agregó.

La discusión entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) en otros ámbitos permeó al Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) durante el debate para poner fin a las pláticas entre el organismo y la Secretaría de Gobernación, como exhortó la Cámara de Diputados a instancias del tricolor.

El panista Guillermo Bustamante advirtió: con exhortos no es suficiente para suspender la aplicación de la ley, y planteó que el IFE debe mantener el diálogo con Gobernación porque es la ruta más viable para que el Congreso por fin legisle en el tema.

Al término del debate, en medio de las diferencias PRI- PAN, así como las propias de los consejeros sobre los alcances de las pláticas con Bucareli, sólo se alcanzó a consensuar el compromiso de impulsar un grupo de trabajo o de alto nivel para dar cauce al debate sobre la dualidad entre la cédula de identidad y la credencial de elector.

Ligado a las diferencias partidistas, el tema también ventiló la disputa interna del IFE en torno a la conducción de las negociaciones, dado que un grupo de consejeros ha descalificado –con matices– las posturas asumidas por el consejero presidente, Leonardo Valdés Zurita.

Lo anterior se materializó en las propuestas de crear dos grupos, uno de trabajo en el IFE y uno de alto nivel con otros actores, auspiciadas por los consejeros Marco Antonio Baños y Francisco Guerrero, lo que restaría a Valdés peso en las negociaciones.

Ambos consejeros consideraron que las condiciones de las pláticas con el Ejecutivo se han modificado sustancialmente ante la postura del Legislativo de buscar salidas mediante reformas legales.

Por lo anterior, Baños pidió atender en sus términos (cancelar las pláticas con Bucareli) el exhorto de la Cámara de Diputados.

Valdés concedió analizar la creación de una instancia para alentar las pláticas con otros actores involucrados en el tema, pero atajó las pretensiones de cancelar todo vínculo con Gobernación: la presidencia del consejo, en uso de sus facultades, seguirá trabajando para conseguir el apoyo de las autoridades federales, locales y municipales en busca de la mejor resolución de los temas relevantes del IFE.

En su oportunidad, el consejero Benito Nacif –quien ha participado activamente en las conversaciones con Gobernación– destacó la importancia de involucrar a otros actores en el debate.

El PRI fue claro en su pretensión de reventar las pláticas Gobernación-IFE, para lo cual sustituyó a sus representantes por dos diputados: Lerdo de Tejada y Canek Vázquez, promotor del exhorto en San Lázaro.

La misión expresa era detonar el papel protagónico de Bucareli en el debate sobre dicha cédula y dar paso a la incorporación de dirigencias partidistas y al Congreso para solucionar el tema.

Vázquez advirtió: un convenio o un acuerdo no puede estar por encima del marco jurídico, y mucho menos vulnerar la autonomía del IFE, sugiriendo la importancia de modificar el marco legal, por lo que apremió al IFE a no comprar prisas ajenas.

En respuesta, el panista dijo que las causas del inicio de los contactos IFE-Gobernación no han desaparecido, en la medida en que la legislación es vigente y la dualidad entre la cédula y la credencial se mantiene, porque el Congreso no ha legislado. Pidió al IFE atender el convenio en la medida que es la única ruta viable actualmente.

Paralelamente, los consejeros ajustaban posturas entre ellos. Marco Antonio Gómez Alcántar fue quien lanzó las acusaciones más directas contra el acuerdo, al que tildó de ilegal y de amenazante de la autonomía del IFE. Descalificó las pláticas con Gobernación y alentó las propuestas de diversificar los trabajos con otros actores políticos.

Hacia el final, el pulso entre las diversas posturas de los consejeros sobre el rumbo de las negociaciones para salvaguardar el padrón electoral quedó en suspenso, y sólo con la promesa de Valdés Zurita de que en la sesión del consejo presentará una propuesta alternativa.

Los detractores del consejero presidente concedieron que éste se mantuviera al frente de la comisión que surja del debate.