Londres, 16 de marzo. Al menos siete prisioneros iraquíes murieron cuando se encontraban bajo custodia de las fuerzas de Gran Bretaña tras el derrocamiento del presidente de Irak Saddam Hussein. El hecho provocó que la policía militar británica iniciara una investigación, según se dio a conocer hoy.

Estas muertes se presentan cuando aumentan los reportes sobre abusos cometidos por los militares británicos en Irak que han consternado a las altas autoridades, informó el diario The Independent.

Un alto mando del equipo legal del ejército británico emitió una orden urgente en la que recordó a las tropas sus obligaciones bajo la Convención de Ginebra, mientras un consejero político del ejército alertó a sus superiores sobre los preocupantes acontecimientos.

El descubrimiento de la muerte de los iraquíes se da en momentos de una investigación pública sobre el asesinato de otro prisionero iraquí, Baha Mousa, quien trabajaba en un hotel. Ese fallecimiento tuvo lugar cuatro meses después que el teniente coronel, Nicholas Mercer, comandante legal de la división armada británica, expresó su inquietud sobre el abuso de los detenidos.

Mercer dijo que fue informado de la primera muerte en custodia el 20 de mayo de 2003 y posteriormente la Rama Especial de Investigación (SIB por sus siglas en inglés) se comunicó conmigo y me informó que estimaban que había cinco o seis muertes las cuales requerían ser investigadas.

Posteriormente, Mercer informó a Nick Ayling, un consejero político en las fuerzas armadas británicas, sobre la pesquisa de la SIB y que el resultado fue que hubo siete muertes que no se hicieron públicas.

Según documentos oficiales, los detenidos que murieron bajo custodia británica fueron: Athar Karem Ali Mowfakia, Radhi Nama, Abdel Jabbar Moussa Ali, Sayeed Shabam y otro iraquí cuya identidad no se dio a conocer.

Ante esta situación, el ejército de Gran Bretaña inició una indagatoria para examinar todas las muertes de civiles iraquíes desde que inició la invasión encabezada por Estados Unidos el 20 de marzo de 2003 hasta el retiro de las tropas británicas de Irak el año pasado.