La carta que el embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, envió al presidente del Senado y a otros tres legisladores, en la que considera improcedente la aprobación en esa cámara de un punto de acuerdo propuesto por el panista Rubén Camarillo en torno a la muerte de Orlando Zapata, motivó desde tribuna severas críticas al diplomático y al gobierno de Raúl Castro por parte de algunos senadores.

La discusión se llevó a cabo sin la presencia de los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN y PRD, y de manera poco usual, porque Camarillo pidió que su propuesta se turnara a comisiones, es decir, que no se discutiera en ese momento, pero de todas formas el debate se dio. El perredista Graco Ramírez leyó una carta que él a su vez hizo llegar al embajador Aguilera de la Paz, en la que le solicita una visa para viajar a la isla y entrevistarse con los presos disidentes y sus familiares.

La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, la priísta Rosario Green, respaldó la posición de Ramírez. Si le dan esa visa pediré yo también una para acompañarlo y hacer ese recorrido. La ex canciller cuestionó a la administración de Felipe Calderón por su inmovilidad y doble rasero.

Sostuvo que el gobierno federal no tuvo ningún problema de sentar a la mesa de la reciente Cumbre por la Unidad Latinoamericana al presidente Castro, sin expresarle preocupación sobre las evidentes violaciones a los derechos humanos, sobre todo porque Zapata estaba en ese momento prácticamente expirando.

Otro perredista, Pablo Gómez, advirtió que no deben dejar de considerarse los contextos históricos ni pasar por alto que el gobierno cubano ha sobrevivido a una agresión bárbara de Estados Unidos. Resaltó que él pide la libertad de los presos políticos en Cuba, la libertad de los presos políticos cubanos en Estados Unidos y la libertad de los presos políticos en México. Estos últimos son centenares, y nadie se acuerda de ellos, ya que no aparecen en la prensa y mucho menos en la televisión.

El presidente del Senado, Carlos Navarrete, no asistió ayer a la sesión, pero antes ofreció una conferencia de prensa, en la que anunció que el punto de acuerdo de Camarillo sería abordado en el pleno, ya que esa cámara acordará sus posiciones respecto de acontecimientos que ocurran en cualquier parte del mundo con plena libertad.

Más tarde, el presidente en turno del Senado, el panista Ricardo García Cervantes, expresó que se rechazaba de hecho y con ese debate que otra autoridad señale lo que es procedente discutir en el seno de esa asamblea.

Camarillo, en tanto, dijo que la muerte de Orlando Zapata Tamayo, un activista pacífíco que promovió un referéndum para democratizar la Constitución cubana, a su juicio representa claramente lo que en la isla ha sido la detención arbitraria y agravios físicos que reciben los acusados por disidencia.

En la carta que el embajador Aguilera de la Paz hizo llegar a Navarrete, Camarillo y los presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores , el pasado día 3, expresó que considera improcedente someter a la aprobación del Senado un punto de acuerdo sobre un asunto concerniente a la política interior de otro Estado, que de ser aprobado puede incidir negativamente en las relaciones entre los dos países, porque exhortaría al gobierno mexicano a inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba.

El embajador señala que la información en que se basa el punto de acuerdo es inexacta y fundada sólo en las informaciones tendenciosas, tergiversadas y calumniosas que una buena parte de la prensa internacional y mexicana ha difundido en los días recientes, en relación con el lamentable fallecimiento del recluso cubano Orlando Zapata.

El punto de acuerdo, en el que Camarillo pide que el gobierno federal solicite a su homólogo cubano la liberación de todos los presos de conciencia, fue turnado a comisiones.