La Secretaría de Educación Pública (SEP) decidió dar por terminado el proceso de conciliación con el artista plástico y museógrafo Iker Larrauri, luego de desconocer la autoría de su obra, El paso de Bering –alterada y mutilada en la reproducción que se incluye en los libros de historia de sexto de primaria–, además de rechazar cualquier mecanismo para corregir la violación a sus derechos de autor, informó Guillermo Pous Fernández, su abogado y experto en la materia.

Destacó que tras sostener tres audiencias de avenencia con autoridades educativas, Mónica Ávalos Pedraza, subdirectora de procesos administrativos de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la SEP, simplemente dio por terminado el proceso, tras confirmar que la dependencia no iba a proponer ninguna acción conciliatoria y que tampoco les interesaba llegar a un acuerdo porque no pudieron cerciorarse de que Larrauri fuera el autor de la obra. A ese absurdo han llegado.

En entrevista, Iker Larrauri, considerado uno de los museógrafos más importantes del país, calificó de vergonzosa la respuesta ofrecida por funcionarios de la SEP, pues agregó que sólo confirma que se trata de personas muy ignorantes, sin ninguna cultura, pues si no han ido a visitar el Museo Nacional de Antropología (MNA), que es uno de los más importantes del país, para ver lo que se expone ahí, qué podemos esperar de ellos.

Después de que La Jornada dio a conocer en agosto pasado la alteración de la obra, expuesta en la sala de Poblamiento de América del MNA, iniciamos un proceso de conciliación para demandar que la SEP corrigiera estos graves errores, pues no sólo se alteró y mutiló mi obra, tampoco se incluyó el crédito.

Afirmó que en la edición del libro de texto también se maltrataron creaciones de otros artistas, entre ellos, Zdenek Burian, uno de los ilustradores de mayor fama mundial, y cuyas obras sobre animales y la vida en la prehistoria aparecen sin su crédito y del tamaño de una caja de cerillos.

La ignorancia como salida

Iker Larrauri, reconocido por el Consejo Internacional de Mu-seos y director técnico del equipo que elaboró el programa arquitectónico y de exposiciones del MNA, inaugurado en 1964, afirmó que la SEP busca como salida la ignorancia para no reconocer que al incluir obras alteradas y mutiladas en los libros de texto, también se afecta la educación de los alumnos, porque se les ofrecen imágenes engañosas que pierden su valor informativo, además de su impacto éstetico y el rigor de la investigación que está detrás de estas obras.

Por ello, demandó a la dependencia que retire todos los libros, por la torpeza con que se elaboraron, pues más que educar, desorientan, y destacó que también hay graves errores en la identificación de países y regiones, que pueden sumarse a otras fallas.

Pous Fernández afirmó: tenemos elementos para iniciar acciones tanto administrativas como penales, para enfrentar el argumento de la SEP de que todo se trató de un lamentable error, y ahora de que tampoco están seguros de que Larrauri sea el autor de la obra, lo que es el colmo del absurdo, si consideramos que la secretaría, junto con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes deben promover y proteger la cultura y, por tanto, las obras artísticas.

Indicó que será el autor quien deberá definir si proseguimos hasta llegar a sus últimas consecuencias, que en este caso son muy claras: que se le reconozca su autoría, que se asuma que hubo violaciones a sus derechos de autor y que exista una reparación del daño, aunque enfatizó que esta determinación habrá de definirla el propio Larrauri.