Alfredo Álvarez Cuevas, presidente comercial de la cementera Cruz Azul, se encargó de solicitar auditorías que revelaron el desfalco cometido por Víctor Manuel Garcés y contrató a los abogados Jorge y Eugenio Olvera para llevar el caso a instancias penales.

Garcés, quien fungía como director jurídico de la citada cementera, fue separado de sus funciones tras una decisión adoptada por la asamblea extraordinaria que se instaló el pasado fin de semana, la cual se prolongó 30 horas, y aunque la investigación se encuentra en proceso, se habla de un quebranto de 350 a 400 millones de dólares.

La indagatoria habría sido impulsada por Álvarez Cuevas, cuyo hijo, José Alfredo Álvarez Kundig, se perfila como el hombre fuerte en la línea sucesoria de la dirección de la empresa que hoy preside Guillermo Álvarez Cuevas.

Garcés no ha podido aclarar gastos desde viáticos, adquisición de terrenos, la administración del hotel Azul Ixtapa, servicios de salud de Médica Azul, así como el traspaso de varios jugadores de La Máquina.

El también cuñado de Alfredo y Guillermo (Víctor está casado con Gilda Álvarez Cuevas) fue inhabilitado de forma unánime por los 85 mil cooperativistas y se le prohibió el acceso a cualquier instalación de la empresa.

Guillermo intentó defender a quien ha sido su colaborador durante 22 años, pero lo mejor que logró en la asamblea fue salvar su cargo, ya que fue ratificado como presidente.

En tanto, el hijo de Guillermo Álvarez, Guillermo Robin Álvarez, ha perdido posiciones en la empresa en beneficio de su primo José Alfredo, y quedó a cargo de las instalaciones de La Noria, donde entrena cotidianamente el equipo dirigido por Enrique Meza.

Ahí realizó cambios poco relevantes y pregona que no permitirá que le digan Billy, como a su padre, y en cambio exige le llamen ingeniero.

Garcés, también ex directivo del club celeste y célebre por haber tomado la inédita decisión de rescindir contratos de todos los jugadores cementeros en marzo de 2003, luego de cuatro meses sin triunfo bajo la dirección técnica de Mario Carrillo, se negó a dar declaraciones.

No puedo hacer comentarios en este momento porque se trata de una situación legal y es mejor que yo no hable públicamente, expresó.

La asamblea se inició a las 9 horas del pasado sábado y concluyó a las 16 horas del domingo. Garcés estuvo ausente por motivos de salud, pero también se le investigará por tres cuentas bancarias que posee en Estados Unidos, así como por 4 millones de euros que cobró por la defensa de Salvador Carmona y Aarón Galindo en instancias internacionales, tras el caso de dopaje del ex jugador surgido en 2005.