La posibilidad de que se realice una reforma fiscal para compensar la caída en los ingresos petroleros es limitada en lo que resta de la actual administración federal, debido principalmente a la falta de acuerdos políticos, aseguró la firma de calificación financiera Fitch.

Las posibilidades de una reforma no se ven tan brillantes en lo que queda de la actual administración, consideró Shelly Shetty, directora de riesgo soberano de Fitch Ratings, que en noviembre pasado redujo la calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano.

La especialista consideró que la capacidad de la economía mexicana para lograr mayores tasas de crecimiento está limitada por factores como la debilidad fiscal, y no hay condiciones para mejorar los ingresos.

El proceso para lograr cambios fiscales este año fue largo y reflejó que los partidos políticos son renuentes a las reformas, añadió en conferencia de prensa.

En noviembre del año pasado, Fitch Ratings redujo la calificación de la deuda emitida por el Estado mexicano, aunque la mantuvo en el rango del llamado grado de inversión.

La decisión de la firma financiera se basó en el argumento de que la crisis financiera y económica mundial había puesto en evidencia la debilidad de los ingresos fiscales del gobierno federal, que dependen fundamentalmente de la exportación de petróleo crudo.

La agencia calificadora señaló entonces que la debilidad en los ingresos del gobierno reduce el margen de maniobra fiscal del país ante futuros choques en los ingresos petroleros. La moderada capacidad de México para implementar una política fiscal contracíclica sólida en 2009, en comparación con otros países, enfatiza también las debilidades fiscales estructurales, dijo.

En la conferencia de prensa este martes, Shelly Shetty afirmó que no está en la perspectiva de Fitch reducir la calificación actual de la deuda de México. Sin embargo, sostuvo que para que se le mejore la nota, el país debe realizar cambios para elevar los ingresos fiscales y la productividad de la economía.

La calificación de las emisiones de deuda de los gobiernos, llamada calificación soberana, es un indicador del riesgo de que ese emisor incumpla con sus obligaciones. Una mejor calificación puede derivar en un menor costo de interés, dado que el riesgo de impago es menor, y viceversa.

Para mejorar la calificación de la deuda soberana, México debe aumentar los ingresos fiscales, que actualmente equivalen a 9 puntos del producto interno bruto, sin considerar los derivados de la exportación de petróleo crudo, una de las tasas más bajas de Latinoamérica, dijo.

Brasil, economía comparable a la de México, tiene una recaudación equivalente a 29 por ciento de su PIB.

La especialista consideró que la economía mexicana tendrá este año un crecimiento de 4 por ciento, cifra más baja del 5 por ciento estimada por el Banco de México. Tasas de crecimiento mayores a 5 por ciento anual, añadió, sólo se lograrán si se aprueban cambios estructurales que mejoren los ingresos y aumenten la productividad.

En 2009 el PIB tuvo una contracción de 6.5 por ciento, la mayor de América Latina.

Shelly Shetty opinó que uno de los factores que logrará impulsar el crecimiento de la economía mexicana en 2010 es el aumento en el consumo de Estados Unidos, que recibe 85 por ciento de las exportaciones de México.

Ingresos excedentes se colocarán en el fondo de estabilización

Juan Antonio Zúñiga Enviado

Cancún, QR, 23 de marzo. Los recursos excedentes obtenidos por la elevada cotización del petróleo mexicano de exportación no sustituyen la necesidad de una reforma fiscal, por lo que serán colocados en los fondos de estabilización con apego a lo establecido en la Ley de Ingresos de este año, informó el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo.

Depender de los precios internacionales del petróleo es una apuesta bastante arriesgada, a la par de un contrasentido con el fenómeno que dio origen a la necesidad de una reforma fiscal, dijo el funcionario en una conferencia de prensa conjunta con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, al terminar la reunión de socios del organismo.

Evitar la dependencia de los ingresos fiscales del petróleo es el principal propósito de una reforma de este tipo, la cual será propuesta al Congreso de la Unión aunque por ahora, precisó, se encuentra en fase muy preliminar.

Se ha conversado con todas las fuerzas políticas, afirmó, y todo mundo ha mostrado buena voluntad y disposición de avanzar en el tema. Pero sentenció: la viabilidad (de la reforma fiscal) dependerá del Congreso para colocar a México en una mejor trayectoria de crecimiento.

Cordero Arroyo insistió en que la recuperación económica del país es clara y franca, y nuevamente especuló que sería superior con reformas estructurales. Por ahora, agregó, la reforma política ya está a discusión, y el Partido Acción Nacional ha presentado la laboral. Sin embargo, aclaró por primera vez que el desempeño de la economía mexicana no depende de estas reformas, pues se han tomado medidas que impulsan por sí mismas la recuperación y el crecimiento.

Como preámbulo a la enumeración de los fundamentos económicos explicó que la Secretaría de Hacienda mantiene el pronóstico de 3.9 por ciento de crecimiento económico, el cual es el menor entre las estimaciones de analistas de organismos nacionales e internacionales, del sector público y privado, que colocan en un rango de 4 a 5 por ciento la tasa de aumento del PIB para este año.

La economía mexicana está en una posición bastante sólida, reiteró, y muestra de ello es el flujo de inversión extranjera registrado en los últimos días y semanas. Además, México presenta el déficit público más pequeño entre los países avanzados y los de desarrollo similar; la deuda es baja y se trabaja con la banca para alcanzar una ampliación del crédito de 13 por ciento. Aun sin reformas, apuntó, estas medidas buscan tasas de crecimiento económico durante varios años.

Por tercera ocasión mencionó que hay solidez y dijo que se actuará con responsabilidad para mantener esa fortaleza. No hay bomba de tiempo en el clóset, si me permiten la expresión, dijo.

El presidente del BID, por su parte, calificó de históricos los acuerdos alcanzados en la reunión de este organismo, entre los que figuran una ampliación de 70 mil millones de dólares en el capital, que permitirá extender su capacidad crediticia de 7 mil a 12 mil millones de dólares al año; la condonación de 470 millones de la deuda de Haití, y la donación a ese país de 200 millones anuales durante 11 años, además de la puesta en marcha de un fondo de operaciones especiales para atender los préstamos solicitados por Nicaragua, Honduras, Guyana y Bolivia, los países más pobres de la región.