París, 23 de marzo. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, prometió luchar sin descanso hasta erradicar todas las bases de ETA en su país, durante el funeral del policía francés asesinado hace una semana por un comando de la organización separatista armada vasca, acto al que también asistió el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Francia no será nunca más una retaguardia tranquila para los terroristas y asesinos que crucen la frontera en busca de cobijo, reiteró Sarkozy en la ceremonia celebrada en la delegación del gobierno en Melun, cabecera del departamento de Sena y Marne, en la que se observó un minuto de silencio por el agente asesinado.

Tras puntualizar que su país nunca se dejará intimidar por el terrorismo, anunció la erradicación, una a una, de todas las bases de ETA en Francia. Vamos a descubrir uno a uno todos los apoyos de esta organización, sostuvo el mandatario ante Rodríguez Zapatero, quien asistió a la ceremonia con su ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Sarkozy se refirió a ETA como una organización sanguinaria formada por fanáticos sedientos de sangre, pero aseguró que la movilización de las fuerzas de seguridad será total”.

El policía Jean Serge Nerin, de 52 años de edad, murió baleado por un comando de ETA, durante un control policial en Dammarie-les-Lys, cerca de Melun, que terminó en un tiroteo, y fue el primer policía francés asesinado por el grupo armado en sus más de 50 años de historia.

Rodríguez Zapatero agradeció el compromiso de Francia de perseguir a los miembros de ETA y erradicar cualquiera de los lugares que les sirven de base o apoyo, tras lo cual advirtió que los integrantes del grupo armado serán perseguidos sin descanso por dos grandes policías europeas hasta acabar con su existencia.

Sarkozy, a su vez, envió un mensaje claro a los asesinos del agente Nerin, de que serán encontrados y castigados con la más extrema severidad.

Reiteró así su compromiso para que el Parlamento discuta su propuesta de elevar las penas para asesinos de policías o gendarmes de 22 a 30 años de cárcel, e inclusive la cadena perpetua.

Al recordar que 33 miembros de ETA fueron detenidos en Francia el año pasado, Sarkozy insistió en que habrá tolerancia cero contra quienes ataquen a las fuerzas de seguridad.