El director de orquesta y compositor francés ofrece una serie de seis conciertos
Jueves 25 de marzo de 2010, p. 6
Viena, 24 de marzo. El director de orquesta y compositor francés Pierre Boulez cumplirá 85 años el viernes y los festejará en Viena, capital mundial de la música, con una serie de conciertos, entre ellos uno con la prestigiosa filarmónica de la ciudad.
Aunque es considerado una de las más grandes figuras vivientes de la música, Boulez reconoció en entrevista que le intimidaba mucho festejar su cumpleaños en la ciudad donde vivieron Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Franz Schubert, Johannes Brahms, Arnold Schoenberg y Alban Berg.
Estoy muy orgulloso de haber sido invitado, me produce gran entusiasmo
, dice tras un ensayo en el salón del director de orquesta del Musikverein, donde dirigirá a la Filarmónica de Viena.
Acepté porque Viena es para mí una ciudad de grandes músicos
, señala.
Pierre Boulez dirigirá seis conciertos, entre ellos el de su cumpleaños, el 26 de marzo. Serán interpretadas la Tercera sinfonía, del compositor polaco Karol Szymanowski (1882-1937); Juegos, del francés Claude Debussy (1862-1918), y una de sus propias obras, aún inacabada, Notations.
La serie terminará el 27 de marzo en el Festival de Pascuas de Viena con la Sinfonía de Salmos y la Sinfonía para instrumentos de viento, de Igor Stravinsky (1882-1971), así como la Misa glagolítica, del checo Leos Janacek (1854-1928).
Éste es un programa no muy habitual para el público vienés, más bien acostumbrado a obras clásicas y románticas, pero Boulez está seguro
de que lo soportarán: Szymanowski no es verdaderamente difícil. Lo que ocurre es que no lo interpretan con frecuencia, no sé por qué
.
Hay lazos entre el suntuoso romanticismo tardío de Szymanowski, los paisajes orquestales brillantes de Debussy
y sus propias Notations, añade.
Me satisface poner juntas esas tres obras. Hay una combinación con Debussy de ambos lados.
Tras haber grabado obras de Stravinsky en un disco de antología con la Orquesta Filarmónica de Berlín, interpretarlo con la orquesta de Viena le permitirá expresar su profunda relación con la obra de este compositor.
Uno no puede decir que una orquesta es mejor que otra. A ese nivel la diferencia no está en la calidad, sino en el carácter. Hay un sonido vienés. Es diferente, eso es todo
, explica.
Boulez dirigió la orquesta de Viena por primera vez en 1962. Luego volvió a Austria en los años 90 del siglo pasado, a Salzburgo, en la época en que el belga Gerard Mortier dirigía el festival.
Aun cuando un día sugirió que todas las óperas deberían ser quemadas, sus interpretaciones son legendarias, en especial el ciclo del Anillo de los Nibelungos, de Richard Wagner, montado en el Festival de Bayreuth en 1976 con una puesta en escena de su compatriota, el director de teatro Patrice Chereau.
Boulez tiene la intención de no seguir dirigiendo y concentrarse en la composición.