Viernes 26 de marzo de 2010, p. 30
Washington. El jefe del Pentágono, Robert Gates, anunció hoy una disposición normativa que ofrece a homosexuales y lesbianas que sirven en el ejército mayor protección frente a la discriminación. Antes de que un gay confeso
sea despedido del ejército por su orientación sexual, un general deberá dar su aprobación. Soldados que denuncien abiertamente a un compañero por su homosexualidad deberán declarar bajo juramento. En caso de que hombres o mujeres soldados expresen abiertamente su condición sexual ante sicólogos o sacerdotes, la declaración no podrá ser utilizada en su contra, estipulan las nuevas normativas del Pentágono. Sin embargo, estas directrices son una solución transitoria que estará en vigor hasta que el Parlamento apruebe una nueva ley que regule el trato a homosexuales y lesbianas en el ejército. Se trata de cambiar el reglamento conocido como “Don’t Ask, Don’t Tell” (No preguntes, no cuentes
), vigente desde hace casi 20 años, que impide a militares gays expresar su orientación sexual. Desde 1994 unos 13 mil 500 soldados de ambos sexos fueron despedidos porque no quisieron ocultar su orientación sexual. El presidente Barack Obama ha prometido la introducción de cambios.