El premier israelí da cuenta de progresos
; EU coincide con él
Viernes 26 de marzo de 2010, p. 31
Tel Aviv, 25 de marzo. El jefe de Estado de Israel, Shimon Peres, admitió este jueves la ausencia de progresos en las conversaciones que sostuvieron el martes anterior el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien sin embargo insistió en que hubo avances en el tema de su política de asentamientos en Jerusalén este.
Antes de tomar el avión de regreso a Israel, este jueves, el primer ministro israelí dio cuenta de progresos al señalar que se logró un equilibrio entre la política tradicional seguida por todos los gobiernos de Israel y nuestra voluntad de encontrar los medios de reactivar el proceso de paz
.
La Casa Blanca coincidió con Netanyahu. Una vez más pienso que hay progresos sobre asuntos importantes
, dijo el portavoz estadunidense Robert Gibbs, si bien se negó a mencionar el contenido de las conversaciones.
A las divergencias se sumó el secretario de Defensa estadunidense, Robert Gates, para quien la ausencia de progreso en las negociaciones de paz en Medio Oriente va contra los intereses de nuestro país en materia de seguridad nacional en la región
, ya que los adversarios de Washington sacan provecho de esta situación.
Los medios israelíes, que coincidieron con la posición del presidente Peres, hicieron un balance negativo de la visita de Netanyahu a Estados Unidos, que calificaron como una decepción
y un fracaso
; incluso señalaron que se agravó la crisis desatada con Washington por el anuncio de nuevas viviendas para israelíes en la zona anexada de Jerusalén.
Tras su visita a la capital estadunidense, el primer ministro de Israel debía reunirse con sus gabinete de seguridad para presentarle el documento en el que Estados Unidos le exige que se comprometa a poner en marcha nuevamente el proceso de paz en Medio Oriente, indicó la prensa israelí.
Entre otros puntos, el escrito destaca que Netanyahu deberá asumir el compromiso de prolongar la moratoria de 10 meses a la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania, que expira en septiembre próximo.
También deberá dar garantías de que se eliminen los proyectos de construcción israelíes en los barrios árabes de Jerusalén este y que en Cisjordania se retire hasta las líneas divisorias de antes del estallido de la segunda intifada (levantamiento palestino), en septiembre de 2000.
Finalmente, Obama insistió en la necesidad de tratar todos los asuntos claves, entre ellos las fronteras del futuro Estado palestino, además de que el jefe de gobierno israelí también debe prometer, siempre según la prensa, que las negociaciones de paz con la Autoridad Nacional Palestina concluyan con un acuerdo en un plazo no mayor de dos años.
Las demandas supuestamente formuladas por Estados Unidos no implican, sin embargo, que Israel tenga que suspender sus actividades de construcción en los barrios y los suburbios judíos de Jerusalén este, que Tel Aviv pretende incorporar a su territorio estatal después de la firma de un acuerdo de paz con los palestinos.
En este contexto, los, cancilleres árabes acordaron hoy otorgar una ayuda de 500 millones de dólares a los palestinos de Jerusalén, durante una reunión preparatoria de la cumbre prevista para este fin de semana en Libia, en la que los jefe de Estado o de gobierno deberán analizar la propuesta.