La venta de antibióticos sólo con receta médica no será posible en el corto plazo, pues sólo 10 por ciento de los aproximadamente 100 mil dispensadores en las farmacias del país cuentan con la certificación respectiva, reconoció Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex).

Advirtió que para hacer efectiva la medida será necesario avanzar en forma gradual e incluir una campaña de difusión para empezar a modificar la cultura nacional en torno al consumo de medicamentos y la importancia de evitar la autoprescripción, sobre todo para prevenir complicaciones, como la resistencia a los antibióticos.

En conferencia de prensa, el empresario reconoció que la actividad farmacéutica se mercantilizó y dejó de lado la importancia del sector dentro del sistema nacional de salud. Sin embargo, aseguró que hay disposición de los dueños de farmacias para participar en el control de la venta de medicinas planteado por la Secretaría de Salud (Ssa).

No obstante, calculó que de avanzar en la capacitación técnica de los operadores de dichos establecimientos, en los próximos dos años se podría certificar a unos 40 mil empleados más.

De acuerdo con la Ley General de Salud –vigente desde 1984–, es obligatorio presentar receta para adquirir la mayoría de medicamentos, como antibióticos y otros, sobre todo los que controlan diabetes, hipertensión y depresión.

Pascual Feria señaló que existen alrededor de 20 mil farmacias en el país, las cuales –según la ley– deberían contar con un profesional de la medicina entre su personal. Aunque 40 por ciento de estos negocios acredita el respaldo de dicho profesionista, en realidad, en menos de uno por ciento se le encuentra de manera efectiva.

Por eso, resaltó la importancia de avanzar en la capacitación a nivel técnico de los dispensadores de medicinas. Eso es lo sensato, porque el campo de acción y la vocación de los farmacéuticos es otra, distinta a la de estar en una farmacia, apuntó.

Respecto de la intención de la Ssa de avanzar hacia la venta de medicinas sólo con receta en los casos previstos por la ley, Pascual Feria mencionó que entre 25 y 30 por ciento de esos fármacos son antibióticos, y entre 80 y 90 por ciento de los casos los usuarios presentan la prescripción.

Destacó que la autoprescripción es un hábito muy arraigado entre los mexicanos, y si bien se requiere la participación de las farmacias, también deberá impulsarse un cambio en la conciencia de las personas, para que eviten tomar la misma medicina que a familiares o amigos les hizo bien para controlar algún mal.

Desde el año pasado, el titular de la Ssa, José Angel Córdova Villalobos, hizo público su interés de controlar la venta de medicinas que requieren receta, cuando anunció que se pondría a disposición del público –en las farmacias privadas– el antiviral para el control de la influenza A/H1N1. Aseguró que este producto sólo se vendería con la presentación de la receta, y que lo mismo tendría que ocurrir con los antibióticos, dada la tendencia creciente de la resistencia bacteriana.

Durante la emergencia por la pandemia de influenza, la Ssa también observó que muchos de los enfermos que sufrieron complicaciones graves por el nuevo virus habían llegado a los hospitales después de varios días en que ingirieron medicinas por su cuenta, incluidos antibióticos. De ahí que en reiteradas ocasiones la dependencia advirtió que la influenza A/H1N1 no se cura con esos fármacos y la importancia de evitar tomarlos por su cuenta.