Opinión
Ver día anteriorJueves 1º de abril de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Reforma empantanada

El PRI limita expectativas de capitalino

Se cocina sorpresa en el PRD

L

a discusión sobre los cada vez más retardados cambios en la vida política de la ciudad de México está hoy, que se vuelve a hablar de ellos, verdaderamente empantanada.

La reforma que ha propuesto la senadora María de los Ángeles Moreno parece ser la mejor forma que se halló para llevar al extremo de lo absurdo las modificaciones que requiere la capital para llevar a sus pobladores a una vida ciudadana plena en sus derechos y obligaciones.

Para la senadora, que ha representado los intereses de la ciudadanía del DF en casi todos los puestos a que puede aspirar un político, la gente de la capital del país no merece pertenecer a un estado de la República; para ella las aspiraciones de la gente de esta ciudad no deben ir más allá de una alcaldía, especial, sí, pero alcaldía, algo así como un municipio mejorado.

La intención de la política no esconde las condiciones de su partido en el DF. ¿Para qué tener otro estado en la Federación que ellos (el PRI) no podrán gobernar?, mejor restarle importancia, y así que lo gobierne quien sea, pero que ése que lo gobierne no pueda, de ninguna forma, convertirse en un aspirante a cargos de mayor importancia, dado el tamaño de su responsabilidad.

El retroceso que impone la reforma de María de los Ángeles Moreno podría servir, incluso, para sacar a la capital del país de las participaciones federales que hasta ahora le corresponden, y que si bien no se dan en su totalidad ni en tiempo ni en forma, siempre serán derechos que se pueden y se deben reclamar en beneficio de la población.

Todo esto lo sabe y lo sabe muy bien la senadora, que mira desde un ángulo totalmente partidista la reforma que propone. Y sí, es verdad que convertir al DF en una entidad en toda la extensión de la palabra encadena procesos muy difíciles de sortear porque, entre otras cosas, significan poder, pero son, se mire como se mire, cada vez más necesarios, cada vez más urgentes.

La gran alcaldía y el alcalde de la ciudad de México, que están en la mente de la senadora, parecen ser, o son, el reflejo de lo que pasa en otras grandes ciudades, como si parecernos a cualquiera de ellas fuera lo mejor para los ciudadanos de la capital.

Resolver el problema de cómo romper la identidad nacional, en este caso de la capital de México, para, en nombre de la globalidad, ponernos el traje que mejor nos quede, será, a fin de cuentas, disfrazarnos de lo que no somos. Los ejemplos de lo que le ha sucedido al país en el transcurso de más de un cuarto de siglo de dominación neoliberal no deja dudas.

Sería mejor que, con toda su experiencia y sabiduría, la senadora priísta hiciera una propuesta que mirara por reafirmar la identidad de la ciudad, con mejoras sustanciales para sus habitantes, que crear híbridos de futuro incierto, o peor, de engendrar fracasos. Ahí la dejamos.

De pasadita

Así que lo de los constantes cortes al suministro de agua al DF no son más que cuestiones técnicas que servirán para mejorar la situación del Sistema Cutzamala, que surte del líquido a la ciudad. Tal vez sea cierto, quizá Luege Tamargo busque nada más hacer bien su trabajo, pero hay muchos que dicen que esto de los recortes continuos, y la afectación que sufren los habitantes de buena cantidad de colonos, terminará pronto y todo volverá a normalidad en cuanto al director de Conagua se le otorgue la calidad de candidato panista a la jefatura del Gobierno del DF. Ya lo veremos.

Por otro lado, que nadie se coma las uñas. La lista de los que quieren ir por la candidatura del PRD al gobierno de la ciudad está lista y tiene sorpresas. Ya verán. De eso les platicaremos en la próxima.