ste espacio sigue bailando tras la ricura del cierre del 26 Festival de México (Fmx): la cumbia-rap-electro-funk de los colombianos de Bomba Estéreo, y la polka-banda-post-electro de Tijuana Sound Machine (ex Nortec), se desbordaron sobre 30 mil asistentes, el domingo 28, a un costado del Monumento a la Revolución. Es hermoso atestiguar que el hambre musical y de convivencia en las grandes plazas sigue siendo una necesidad cultural de los jóvenes capitalinos. Es satisfactorio ver cómo tras poco más de una década de actos masivos, gratuitos, en la calle, la población sabe comportarse cívicamente, y cuidarse a sí misma.

Y aunque hubo deficiencias de audio (sólo se oía bien hasta la mitad de toda la franja de público) y visibilidad (el espacio era estrecho: un largo pasillo que pudo ser inseguro en caso de tener que desalojar por alguna emergencia, donde unas pantallas centrales impedían ver el escenario), quizá lo que llevó a la desazón fueron asuntos invisibles, de mayor tamaño. Si bien en los hechos el festival contó con el apoyo absoluto de las autoridades, el acto se rodeó de incertidumbres previas. La clausura del festival carecía de sede hasta el miércoles 24 de marzo, cuando al fin fue notificado a través de su sitio de Internet, luego de ser modificado tres veces; primero iba a ser en el Zócalo, luego en el Ángel de la Independencia y finalmente en la Plaza de la Revolución. Los tijuanenses ex Nortec (Pepe Mogt y Ramón Amezcua) notificaron que un día antes no sabían si el acto se llevaría a cabo.

Y esa tardanza no tuvo que ver con los titulares del Fmx (los demás actividades se efectuaron con gran orden), sino con que el gobierno capitalino dio largas para otorgar la autorización correspondiente, a decir de fuentes fidedignas, cercanas a la organización del festival, que solicitaron anonimato. Además, el Zócalo estaba ocupado por la exposición México en tus sentidos, auspiciada por el gobierno federal, autorizada para llevarse a cabo en los días durante los cuales este encuentro cultural suele efectuarse desde hace más de un cuarto de siglo. El permiso, se confió a quien escribe, llegó entre jueves y sábado previos, tras negociaciones azarosas, ya no de índole cultural sino políticas.

Ruta Sonora promete indagar más y dar seguimiento documental a este tema, y señala que no ve esto como un caso aislado. En los hechos, a comparación con administraciones anteriores, es notoria la baja en cuanto a conciertos de esta naturaleza, sobre todo para jóvenes, en las plazas públicas, no sólo en las centrales sino en las de distintas delegaciones. Aunque en el Centro Histórico, en este caso, fue más notorio: ¿cómo es posible que esto pase, contra un festival que se fraguó con la premisa de llevar arte escénico a la calle, al alcance de todos? Otro ejemplo desconcertante fue la suspensión de la Noche de Primavera, que también llevaba seis años de tradición.

Curiosamente, el confinamiento al Monumento a la Revolución, recuerda a cuando en abril de 2002 (www. jornada.unam.mx/2002/04/12/06an1esp.php?origen=espectaculos.html) el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en que Marcelo Ebrard era secretario de Seguridad Pública, se negaba a permitir el festival Tecnogeist en la misma plaza central; decenas de miles de jóvenes hicieron caso omiso y en protesta tomaron la Plaza de la Constitución para llevar a cabo un baile electrónico de dimensiones extraordinarias.

Si a esto se suman recientes restricciones a los bares y centros de esparcimiento (catalogan en mismo anaquel a foros en los que los músicos exhiben su trabajo, y a cabarets de mala muerte), los jóvenes de esta ciudad empiezan a cuestionar al gobierno local: ¿no se esperaría que un gobierno de izquierda apoyara este tipo de expresiones culturales, que generan vínculos, intercambio cultural y sano gozo? La suma de acciones negativas alrededor de este tema lleva a preguntar a Ebrard si es que, como en los viejos tiempos, lo suyo es desprecio o temor hacia los jóvenes.

Dr. Lonnie Smith, Joe Volume, Rebel Cats

Jueves 1: Joe Volume & The Shot O’Clock. Centro Cultural de España (Guatemala 18, tras Catedral); 21 horas, entrada libre. 2. Del DF, DJ Spawn pinchará hip hop, soul & funk. Hilvana (Colima 378, Condesa); 21 horas, entrada libre. 3. Pachequez con Los Mescalites y Psilocibe. Imperial (Álvaro Obregón 293, Condesa); 21 horas, $100.

Viernes 2: De Nueva York, la leyenda hecha Hammond, Dr. Lonnie Smith y su trío, jefe del soul-jazz, tecladista original de George Benson. Zinco Jazz Club (Motolinia 20, Centro); 22 horas, $600.

Sábado 3: ¡Rockabilly! Con los Rebel Cats Club Fray Bernardino (Yucatán 141, Roma); 21 horas, $100.

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