El sector azucarero sigue estancado. Durante 40 años se han entregado apoyos a los cañeros y la producción es la misma que en la década de los 70 del siglo pasado, los ingenios son obsoletos, hay un exceso de agroindustrias en algunas zonas, y el azúcar es cara para el consumidor, dijo el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Francisco Mayorga Castañeda, a los senadores que integran la Comisión de Agricultura.

En la reunión que sostuvo ayer durante cuatro horas con los legisladores, el titular de Sagarpa comentó que por segunda vez consecutiva la zafra estará apretada y los precios son elevados. Se decidió importar el dulce para regular el mercado doméstico y si hasta el momento no se refleja en menores precios al consumidor es porque las tiendas tienen aún inventarios caros. Hay que esperar el efecto de los cupos de importación.

Otros temas analizados fueron el programa Procampo y su efectividad en la producción de alimentos y las siembras experimentales de maíz transgénico, las importaciones de este tipo de grano y sus efectos en la salud.

Ante las dudas de los senadores en torno a la depuración del padrón de Procampo y si el programa ha ayudado a elevar la producción de granos en el país, el titular de Sagarpa sostuvo que la revisión de los beneficiarios inició en el primer trimestre de esta año en Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur y Colima; y la próxima semana iniciará en Zacatecas, Chiapas, Chihuahua, DF, estado de México, Jalisco, Puebla y Veracruz. Durante la primera etapa se detectó que 18 por ciento de los usuarios se dieron voluntariamente de baja, pues no se volvieron a inscribir, y en similar porcentaje disminuyó la superficie a cubrir por el programa. Esta situación, de continuar, generará ahorros.

Pidió a los senadores observar al Procampo como el puntal de una batería de programas y con características únicas. Ha ayudado a que ahora se produzcan más alimentos se importe menos. Pero si comparamos a los campesinos con otros productores del mundo, se puede considerar que reciben subsidios excesivos y tienen poca productividad, por eso el plan es perfectible.

Puntualizó que de los 2.7 millones de beneficiados por el Procampo, 10 mil 232 personas reciben el tope máximo de 100 mil pesos.

En entrevista posterior Mayorga Castañeda guardó silencio ante la pregunta si él o sus familiares dejarán de recibir los beneficios del Procampo.

Respecto a los cultivos experimentales de maíz transgénico, expuso que se presentaron 25 solicitudes, de las cuales aprobaron 24 para iniciar las siembras en el ciclo otoño-invierno 2009-2010 en 12.67 hectáreas ubicadas en diversos sitios. Descartó que el consumo de los transgénicos sea un riesgo para la salud humana y sostuvo que el país no puede sustraerse al uso de la biotecnología, pues para 2050 no puede garantizarse la producción de alimentos con tecnologías tradicionales.

A la propuesta de los senadores de que el Estado vuelva a producir las semillas que el país requiere para evitar depender de las trasnacionales como Monsanto, Dupont, Astra Zéneca y Novartis, entre otras, comentó que los investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (Cimmyt) propusieron recolectar dinero entre las 36 naciones que fueron beneficiadas con la revolución verde para que se traduzca el genoma del trigo y se haga de dominio público para evitar que pequeños grupos se apropien de ese conocimiento.

La propuesta no es descartable, pero eso significaría un replanteamiento legislativo para que México no se quede al margen del uso de la biotecnología.