Miércoles 14 de abril de 2010, p. 5
El secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván, reconoció ayer ante senadores que el Ejército se prepara para un retiro paulatino de la lucha contra el narcotráfico, y les explicó que para realizar tareas de seguridad pública se desarrollará una nueva generación de policía militar con conocimiento policial civil.
Versiones obtenidas de funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Sedena, señalaron que el general Galván Galván corroboró durante la reunión que sostuvieron los integrantes del gabinete de seguridad nacional con los legisladores, la información publicada en La Jornada el pasado 11 de abril, en la que se menciona que Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, se hará cargo de diseñar toda la estrategia, y que la milicia retirará de manera paulatina desde este año y hasta el 2011 a más de 50 mil efectivos de la lucha contra el crimen organizado.
El secretario de la Defensa Nacional presentó a los senadores un panorama de la violencia en México, en el que además de la recomposición de las organizaciones criminales, se menciona la manera en que se desarrolla la actual estrategia y cómo es que debido a la situación que representan los cárteles de la droga se estima que el uso de las fuerzas armadas sea necesario por diez años más, aunque para ello planteó la necesidad de que se mejore el marco legal en el que desarrollan sus tareas y pidió, como lo ha venido haciendo desde hace varios meses, que se aprueben las reformas a la Ley de Seguridad Nacional.
Los funcionarios entrevistados refirieron que la decisión presidencial es que la Policía Federal (PF) vaya supliendo a los militares y que las fuerzas armadas solamente apoyen en la reconstrucción de las policías municipales.
La generación de policías militares que realicen operaciones de policía civil ocurrió con la creación de la Policía Federal Preventiva (PFP), en diciembre de 1998, durante el mandato de Ernesto Zedillo, cuando miles de efectivos de la Policía Militar pasaron a formar parte de este proyecto.
La PFP, que llegó a tener más de 7 mil 500 militares en sus filas, se fusionó con la Policía Federal de Caminos durante el mandato de Vicente Fox Quesada, y en la actualidad la corporación es solamente uno de los componentes de la Policía Federal encuadrada dentro de lo que se llaman Fuerzas Federales de Apoyo.
En tanto, la pretensión actual es que la generación de nuevos policías militares, con conocimiento y preparación en operaciones de carácter civil, realicen tareas semejantes a las que tienen los carabineros de Chile, país donde este cuerpo surgido de una instancia militar se posicionó como la mejor corporación y tiene entre otras funciones salvaguardar la soberanía, el orden público y hacer respetar las leyes, y aunque depende del Ministerio de Defensa Nacional se encuentra vinculada con el Ministerio del Interior, que en México sería la Secretaría de Gobernación.