Washington, 13 de abril. Ataviado con ropa deportiva, el presidente Felipe Calderón trotó 15 minutos hombro con hombro con el nuevo presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, en las inmediaciones de la Casa Blanca.

Con este trato deferente, que no había dado antes a otro mandatario, anunció que daba muestras del inicio de una etapa nueva y mucho mejor en las relaciones con Chile, que acaba de mudar un gobierno de izquierda encabezado por Michelle Bachelet, por el de Piñera, a quien se le ha vinculado con el pinochetismo.

Tras dar tres vueltas al parque Lafayette, Calderón comentó que la noche anterior conversó brevemente con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sin dar detalles, y definió la visita de su esposa, Michelle Obama, como un gesto de amistad muy significativo que México aprecia en todo lo que vale.

La carrera matutina de los presidentes, en la cual Piñera iba con short, a pesar del frío, hizo recordar cuando como presidente electo jugó un partido de futbol por la hermandad con el mandatario boliviano Evo Morales, en marzo pasado.

Durante la práctica, que inició a las 7:15 horas, los dos iban protegidos por una decena de escoltas, entre los que se encontraba el jefe del Estado Mayor Presidencial, Jesús Castillo.

Es un poco agitado, pero muy positivo, comentó el Presidente mexicano en torno a la carrera, y resaltó los principios comunes que tienen ambos políticos y sus respectivas naciones.

–¿El deporte une?

–Sí, desde luego.

Un poco agitado, Piñera se declaró contento con esta carrera, por representar un símbolo de que trotamos juntos, trotamos hacia adelante, mirábamos el mismo horizonte porque nos une una misma historia.

Adelantó que México y Chile planean colaborar en el combate a delincuencia y al narcotráfico dentro de la ley, pero con todo el rigor, porque su compromiso es quebrarle la mano a la delincuencia.

Definió a los criminales como enemigos tan impacables, tan crueles que no hay que darles ni un centímetro, y aseguró que en su país ya se dio una muestra de ello.

Piñera se declaró convencido de que tiene mucho que aprender de México, y previó que en una visita al país espera conocer el plan antidrogas de su homólogo y otras iniciativas que lleva adelante.

El jefe del Ejecutivo mexicano comentó que acordaron correr juntos en la cena celebrada la noche anterior con Obama, pero aclaró que no es un desafío ni nada por el estilo.

Juntos regresaron al elegante hotel Hay Adams para darse un baño y cambiarse, para participar en la primera sesión de la Cumbre de Seguridad Nuclear.