Trasladan a curas amenazados en zonas con alto índice delictivo
Viernes 16 de abril de 2010, p. 9
Lago de Guadalupe, Méx., 15 de abril. José Trinidad González Rodríguez, obispo auxiliar de Guadalajara, afirmó que muchos sacerdotes son extorsionados por bandas criminales y han sido víctimas de intentos de secuestro, por lo cual la jerarquía católica, además de trasladar de diócesis a los afectados, ha solicitado a las autoridades que les brinde protección.
González Rodríguez; Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, hablaron con la prensa en el contexto de la 89 asamblea plenaria del organismo.
Manifestaron que la Iglesia siente en carne propia los problemas que afectan a la patria, como la desbordante ola de violencia e inseguridad que se ha desatado desde hace varios años y ha cobrado numerosas víctimas, muchas de ellas inocentes
, y criticaron que la impunidad provoque desconfianza en las instituciones
.
Rodríguez Gómez señaló que la lucha emprendida por el Ejecutivo contra el crimen organizado debe mantenerse hasta sus últimas consecuencias
, y advirtió que, dada la complejidad de la situación, esta batalla no será fácil ni de corto plazo
.
Consideró que “los primeros en abogar porque se suspendiera la batalla contra el crimen organizado serían quienes están interesados en seguir haciendo su agosto para sus propios intereses”.
Agregó que la participación del Ejército en labores de seguridad es una medida de emergencia, porque sabemos que la vigilancia de las ciudades corresponde fundamentalmente a las policías de los distintos niveles
.
Acerca de las extorsiones, el obispo auxiliar de Guadalajara indicó que “en las áreas castigadas por la violencia y la inseguridad, los sacerdotes piden consejo y orientación a los obispos; pero ante la imposibilidad de ofrecerles una solución, en muchas ocasiones nos hemos visto en la necesidad de sacarlos de ese ambiente y cambiarlos a otra parroquia o área más tranquila
.
Aseveró que los delincuentes les piden (a los clérigos) cooperación para darles seguridad; se trata de una forma de amenaza o a veces de un intento de secuestro rápido para que les den los 5 mil o 10 mil pesos que juntaron en una semana
por servicios religiosos, limosnas y apoyos de feligreses.
En tanto, el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, se manifestó por rediseñar las estrategias contra el crimen organizado y reorganizar las instituciones que participan en esa tarea, y también porque la sociedad se involucre más y colabore en esta lucha, incluida la Iglesia.
Entrevistado después de que visitó a los jerarcas católicos, Peña Nieto resaltó que se debe “entender que estamos ante fenómenos delictivos nuevos, ante la presencia de nuevos cárteles y nuevos modos de operación, que han propiciado este clima de inseguridad. Hay que hacer un rediseño de la estrategia, reorganizar las instituciones, buscar que la sociedad se involucre y adaptar las dependencias ante esta nueva forma de operación del crimen organizado, que permita al Estado tener una actuación mucho más eficaz”.