Más de 2 millones de pasajeros han quedado en tierra en 3 días
Las cenizas se dirigen al sur de Europa, anuncian especialistas
Domingo 18 de abril de 2010, p. 2
Madrid, 17 de abril. Tres de cada cuatro vuelos programados en los aeropuertos europeos fueron cancelados un día más –el tercero–, debido a la nube tóxica que emana sin cesar del volcán que yace debajo del glaciar islandés Eyjafjalla. Es decir, sólo 5 mil de los 22 mil vuelos programados pudieron trasladar a los pasajeros, con lo que ya suman más de 2 millones de personas afectadas.
La crisis es de tal envergadura, que en menos de 72 horas las restricciones aéreas han pasado de cuatro países a los 26 de este sábado, y a la espera de la dirección que tome la nube que, según todas las previsiones, se dirige al sur del continente. España tuvo que cerrar temporalmente seis aeropuertos del norte del país debido a la llegada de los primeros restos de ceniza.
La columna de humo que emite el volcán islandés se mantiene intensa, con alturas de más de 8.5 kilómetros, lo que supone más incertidumbre tanto para las autoridades como para los propios expertos sobre la evolución en los próximos días.
Podemos saber más o menos cuando un volcán va a entrar en erupción, pero no cuándo va a cesar su actividad
, explicó uno de los vulcanólogos noruegos integrantes del equipo de expertos europeos que siguen minuto a minuto las variaciones en la actividad del cráter.
Las propias autoridades islandesas no tienen referentes recientes para pronosticar la evolución de los próximos días, pues el único episodio de actividad volcánica en la región se remonta a 1821 y fue una erupción más intermitente que la actual y menos intensa, aunque se prolongó más de un año.
A pesar de que los expertos pronosticaron un cese paulatino de la emanación de gases tóxicos, el servicio de protección civil de Islandia informó que la erupción volcánica aumentó a lo largo de la noche y no cesó durante el sábado, lo que también provocó precipitaciones importantes en la parte sur del país, donde ha habido sismos de pequeña intensidad y se han destruido algunas carreteras.
Este pronóstico coincide con la mayoría de los expertos europeos que siguen vía satélite y sobre el terreno la actividad de este volcán subterráneo, ubicado bajo un glaciar que antes de la erupción tenía 200 metros de grosor de agua congelada.
Estas previsiones coinciden con las estimaciones del organismo europeo responsable de la seguridad aérea, Eurocontrol, cuyo vocero, Kenneth Thomas, informó que todo hace pensar que la densa nube tóxica se extiende progresivamente
hacia el sur del continente, lo que supondría un caos aeroportuario mayor al actual, pues cabe la posibilidad de que también se tengan que cerrar pistas de Italia, España y Portugal.
Eurocontrol también informó de la cifra total de vuelos cancelados desde el inicio de la crisis: el jueves fueron suspendidos 8 mil; el viernes, 16 mil 500, y este sábado, 17 mil 400. Es decir, 41 mil 900 vuelos en sólo 72 horas.
Antes de la presente, la peor crisis aeroportuaria ocurrió tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, cuando se cancelaron 300 vuelos en tan sólo un día.
Eurocontrol informó que tienen totalmente cerrado su espacio aéreo Bélgica, Estonia, Finlandia, Reino Unido, Holanda, Irlanda, Dinamarca, Eslovaquia, Polonia, Croacia, Hungría, Suecia, Eslovenia, República Checa, Austria, Suiza y Serbia, Bosnia y Montenegro, mientras Alemania, Austria, Luxemburgo, Francia, Ucrania, Italia y España lo tienen de manera parcial.
Las imágenes de muchos de estos aeropuertos, a diferencia de días anteriores, no son de centenares de viajeros que se agolpan en los mostradores o que esperan con desesperación una salida a su situación.
Desde la noche de ayer, las terminales del norte de Europa permanecen casi vacías, si acaso con personal de seguridad y de algunas aerolíneas.
La holandesa KLM informó que había hecho una prueba sin pasajeros para conocer y estudiar los efectos de la ceniza en los mecanismos de los aviones, pues si la crisis se prolonga pretenden encontrar alguna solución para no paralizar del todo la actividad. Cabe recordar que se calcula que esta situación está provocando pérdidas de más de 200 millones de euros diarios a las aerolíneas.
A la espera de la dirección que tome la nube tóxica –que, según todos los expertos, se dirige irremediablemente al sur del continente–, España tuvo que cerrar durante más de una hora siete aeropuertos del norte del país.
Afectó a Asturias, Santander, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona y Logroño, pero además las autoridades aeroportuarias españolas informaron que en las próximas horas hay una alta probabilidad de que las restricciones también afecten los aeropuertos de Cataluña y de las islas Baleares, que son, además, los más activos después del madrileño.
En total, en España se cancelaron 2 mil 29 vuelos, cifra sin precedente, que suscitó un enorme caos en todos los aeropuertos, máxime cuando la aerolínea de mayor flujo del país, Iberia, anunció que suspendía todos sus vuelos con el norte y centro de Europa para los próximos dos días.
La crisis también ha provocado la intervención de la Organización Mundial de la Salud, que informó, mediante un comunicado, que según los estudios realizados en situaciones similares, la nube tóxica que azota Europa no representa por ahora ningún problema de salud
, aunque matizó que si la ceniza llega al suelo sí puede afectar a personas con problemas respiratorios.