La esperanza de aumentar su patrimonio con un nuevo título, en su quinto intento en dos años, se mantuvo anoche para Cruz Azul. Aunque venció 2-1 a Pachuca, en el partido de ida de la final de la Liga de Campeones Concacaf, está lejos de que sea una garantía.

Como un enfermo con todos los vicios se vio el cuadro hidalguense en la primera parte, principalmente en la defensa. En los dos goles que recibió, su aportación fue más que generosa.

Al minuto 19, Gregorio Torres le regaló un balón a Emanuel Villa en los linderos del área y el delantero fusiló al guardameta Calero, para el 1-0.

Cuatro minutos después, al 23, Maximiliano Biancucchi incursionó por la banda derecha y mandó un centro que Gerardo Rodríguez interceptó en el área, pero para anotar en su propia meta.

El autogol fue el 2-0 y todavía Juan Carlos Rojas quiso contribuir al harakiri tuzo en la agonía del periodo, cuando perdió el balón con Javier Orozco, pero para su fortuna el cementero mandó un tiro centro infame y desperdició una gran oportunidad.

Sin embargo, en el complemento los Tuzos dieron una mejor exhibición. Invadieron, agobiaron a La Máquina para sepultar un poco la alegría de los anfitriones.

Al 69, los celestes cometieron un error fatal. Villaluz cedió de manera comprometida a Cervantes y éste realizó un mal despeje. Raúl Martínez agradeció el envío y mandó un centro que remató Damián Álvarez para acortar la distancia 2-1, y a sufrir los azules.

Aunque los Cementeros se complicaron con la expulsión de Julio César Domínguez –más que merecida por la artera entrada sobre Torres–, al 79, tuvieron tres inmejorables oportunidades de aumentar su ventaja sin conseguirlo.

Al final, el técnico del Pachuca, Guillermo Rivarola, dijo que el resultado no es malo, aunque no era el deseado, pero confía en descontar en el juego de vuelta. Dijo que los dos tantos que recibieron son cosas del futbol y que el de Damián puede ser significativo.

Enrique Meza reconoció que no fueron certeros y que la ventaja es pequeña, pero ventaja al fin.

Por otra parte, Morelia y Monterrey se despidieron de la Copa Libertadores. Monarcas cayó 2-0 ante el Nacional de Montevideo, mientras en Asunción, los Rayados sucumbieron por igual marcador ante el Nacional paraguayo, que avanzó a octavos de final.

En San Pedro Sula, Venezuela ganó 1-0 a Honduras en juego amistoso.