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Sábado 24 de abril de 2010, p. 28
La restauración de las zonas de cultivo dañadas por el sismo de 7.2 grados Richter que afectó Mexicali el pasado 4 de abril, tardará hasta tres ciclos agrícolas y permitirá determinar las parcelas que ya no serán utilizadas y las que cambiarán de tipo de cultivo, dijo el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Francisco Mayorga Castañeda.
Las maniobras incluyen retiro de siembras dañadas para evitar focos de infección; lavado de tierras contaminadas con gases o materias liberadas por el sismo, nivelación, tecnificación de riego parcelario; entrega anticipada de fondos del Procampo y apoyos para diesel, además de unos 240 millones de pesos para restituir la capacidad productiva.
Al participar en el Encuentro de Intercambio de Experiencias entre Municipios Rurales Iberoamericanos, en San Juan del Río, Querétaro, el funcionario indicó que la restauración es un proceso de largo plazo, cuyas mayores acciones las realiza la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por los distritos de riego y canales afectados.
A su vez, Ignacio Rivera Rodríguez, subsecretario de Agricultura, explicó que este año hay presupuesto de 900 millones de pesos para contingencias climatológicas, que incluye apoyos de 900 pesos por hectárea y 400 por cabeza de ganado para los productores dañados.
En Baja California, el Centro de Investigación Científica y Enseñanza Superior de Ensenada (Cicese) inició la integración de un atlas de riesgo estatal.
El académico Luis Mendoza es el responsable de crear el mapa que conjunta la capital Mexicali y la zona costa, donde confluyen Tijuana, Tecate, Playas de Rosarito y Ensenada, al cumplirse 19 días del temblor que dejó dos personas muertas y ya tuvo más de 5 mil réplicas, la mitad superiores a los 3 grados Richter, según los servicios sismológicos de México y Estados Unidos.
Mexicali se asienta sobre las fallas geológicas de Cerro Prieto, La Salada-Cucapá e Imperial, componentes del Sistema de Fallas de San Andrés, donde se originan movimientos telúricos con epicentros a sólo 40 kilómetros que tardan cuatro segundos en llegar a la zona urbana, a diferencia del Distrito Federal, distante más de 400 kilómetros de los brotes sísmicos.
El Cicese instaló equipos de medición en las tres fallas para analizarlas in situ con científicos de Estados Unidos y otros países.