Expertos en materia laboral clausuraron los trabajos del sexto Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología del Trabajo, tras advertir que en América Latina la fábrica ha dejado de ser el lugar más peligroso para los trabajadores.

Restaurantes, bares, discotecas, hoteles y hospitales, entre muchos otros lugares donde se ofrecen servicios, aseveraron, son los nuevos espacios de vulnerabilidad. Los empleados están expuestos a riesgos sicosociales, como condiciones de violencia –acoso sexual, maltrato sicológico y abuso verbal–, estrés e incluso a situaciones de inseguridad que pueden afectar la salud.

En el último día de trabajos del encuentro que convocó a sociólogos, economistas, antropólogos, demógrafos y representantes de organizaciones laborales latinoamericanas, Jorge Walter, experto en riesgos industriales y de seguridad de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, señaló que al imponerse un modelo de alta productividad a bajo costo se incrementó la vulnerabilidad laboral de los trabajadores, pues los mayores peligros se desplazaron de la fábrica a los servicios, donde se encuentran las peores condiciones.

Tras participar en un debate sobre violencia y riesgos, señaló que algunos de los accidentes más graves que ocurren en la región están relacionados con los servicios. En el caso de Argentina, recordó que en diciembre de 2004 murieron 200 jóvenes en el incendio de una discoteca y en agosto de ese año en Paraguay fallecieron 350 personas en el siniestro de un supermercado.

Ahora sabemos que en ambos espacios de servicios los sistemas de seguridad no funcionaban o se utilizaron para otros fines, como evitar robos o que los clientes se salieran sin pagar, comentó.

Afectados, trabajadores de la salud

Frente a los retos que representa el trabajo en el campo de los servicios, indicó, se presenta una creciente ineficiencia de controles estatales en esta área, así como una falta de profesionalismo entre los empresarios. A esto se suma la ausencia de sindicatos u organizaciones civiles que pugnen por establecer condiciones de seguridad laboral para trabajadores y clientes.

Agregó que el maltrato sicológico, verbal y el estrés afectan con mayor frecuencia a quienes laboran en servicios, que además suelen ser los menos preparados para confrontar las dudas y reclamos de los clientes; es decir, el trabajador más frágil es quien recibe la mayor carga de violencia e inseguridad.

En muchos casos, agregó, se trata de empleos precarios, como ocurre con empleados de restaurantes, discotecas y bares, pero también ocurre en otros campos, como el de la salud, donde enfermeras y médicos internistas pasan jornadas laborales muy largas, con mucho estrés frente a familiares que reclaman mejores servicios y atención médica.

Walter, integrante del Consejo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Argentina, reiteró que es en el campo de los servicios donde se focalizan los problemas de seguridad, que ahora tienen que ver con atención a clientes, una mayor carga de estrés y menos capacidad para poder resolver los problemas que ocasionan un mal servicio.