Especialista del CDC considera un éxito la colaboración internacional ante la nueva gripe
Sábado 24 de abril de 2010, p. 33
El combate al virus de la influenza siempre será una batalla cuesta arriba. Es una amenaza constante, pero con innovación tecnológica y colaboración internacional se le puede conquistar, aseguró Nancy Cox, jefa de la división de influenza de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, po sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Al participar en el foro A un año de la pandemia de influenza A/H1N1, la especialista advirtió sobre la importancia de que los países busquen acortar los tiempos para la identificación de nuevos virus o bacterias que se presenten en la comunidad, el aislamiento de los agentes infecciosos y, sobre todo, la producción y distribución de las vacunas.
Dijo que existe la tecnología para desarrollar una vacuna dos meses antes de lo que se obtuvo con la influenza A/H1N1. Lo que habría sido una enorme diferencia para enfrentar el segundo brote de la nueva gripe, que en México inició en agosto, con un pico máximo en octubre.
Como parte de los encuentros organizados por la Secretaría de Salud (Ssa) para recordar la emergencia por la nueva gripe, estuvieron en México integrantes de los CDC y del Laboratorio Nacional de Microbiología de la Agencia de Salud Pública de Canadá. En ambos sitios se analizaron las primeras muestras de los mexicanos afectados por el nuevo virus, que en abril de 2009 ocasionó la suspensión de actividades escolares en el país.
Nancy Cox resaltó que la colaboración y cooperación que existió entre las autoridades sanitarias de Estados Unidos, Canadá y México, fue uno de los principales éxitos durante la emergencia. Eso permitió que en sólo dos semanas se pudiera identificar el virus y obtener su secuenciación genómica. Sin embargo, el problema es que existen diferentes tipos de virus de influenza en la naturaleza, pueden aparecer en cualquier momento y generar un brote o pandemia.
Resaltó que los virus están en evolución constante y aunque se cuenta con la tecnología en laboratorios, la mayoría de las pruebas diagnósticas no pueden diferenciar entre cepas, por lo que el primer reto es contar con nuevas pruebas.
Recordó que en menos de un mes, después de la identificación de la enfermedad, los científicos lograron el aislamiento de la cepa que sirvió de base para la producción de la vacuna.