Repetirá la experiencia de 2009, ahora con dos conciertos en el Auditorio Nacional
El programa incluirá éxitos de los años 70 y 80 del siglo pasado, adelanta Francisco Cedillo, quien será el director huésped
Se trata de romper el paradigma de que una orquesta es elitista
Miércoles 12 de mayo de 2010, p. 5
Todavía sigue muy vivo en la mente de Francisco Cedillo el recuerdo de la noche del 10 de marzo de 2009. Ese día, un Auditorio Nacional atiborrado se convirtió en un salón de fiestas con 10 mil personas cantando y bailando durante casi dos horas.
Fue una noche de ensueño, de éxito arrollador, la que tuvo la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM), con un programa integrado por los grandes éxitos de la música popular de los años 70 del siglo pasado.
Cientos de personas se quedaron sin disfrutar tan inusitado concierto luego de que se agotaron las localidades, algo que sólo había logrado la Filarmónica de Viena en su más reciente actuación en ese colosal inmueble.
Frente a tales hechos, las autoridades universitarias y los responsables de la OFUNAM, en complicidad de los encargados del Auditorio Nacional, decidieron repetir esa experiencia, e incluso ampliarla, al programar esta vez dos presentaciones de la orquesta en ese recinto, el 17 y el 18 de mayo, ambos a las 20:30 horas.
Para la ocasión, la OFUNAM renovó por completo el programa y lo extendió en términos históricos, al incluir éxitos de la música pop no sólo de los años 70, sino también de 80.
Ahora podrán escucharse 23 canciones y temas musicales de Michael Jackson, Gloria Gaynor, Billy Joel, Air Supply, Foreigner, Toto, Silver Convention y Walter Murphy, en versiones para orquesta sinfónica, que serán interpretados en la parte vocal, como ocurrió en 2009, por las cantantes María del Sol e Isabel Meza, con la participación del Coro de Cámara de la Escuela Nacional de Música de la UNAM.
Espíritu lúdico
Como el año pasado, Francisco Cedillo –quien habitualmente se desempeña como atrilista en la OFUNAM– se encargó de los arreglos musicales, además de que estará en el podio en ambas presentaciones como director huésped.
De acuerdo con el violista, experiencias de esta naturaleza resultan muy estimulantes y benéficas para cualquier orquesta y el público, debido al espíritu lúdico y festivo que propicia la música popular.
Lo que tendrá la gente será música que conoce y disfruta mucho, bien hecha; la posibilidad de gozarla
, señala Cedillo en entrevista.
Para la orquesta también es una experiencia enriquecedora, pues independientemente de que sea música clásica o popular, lo que llena a un músico es la comunión con el público. Eso es lo más grandioso a lo que puede aspirar cualquier artista.
Para Cedillo es tiempo de terminar de una vez por todas con los prejuicios en la música de concierto en relación con su par comercial y que tanto intérpretes como público del género académico o clásico aprecien y disfruten que también en el ámbito popular y hasta comercial existe buena música.
La popular, sostiene, es música menos compleja si se quiere, pero eso no le quita que sea buena música; por ello es que gusta tanto
. Destaca que los 70 fueron años en los que el ámbito popular se caracterizo por su buena factura musical.
Más que buscar atraer adeptos para la música de concierto, Cedillo considera que el fin primordial de conciertos como los que ofrecerá la OFUNAM en el Auditorio Nacional –los cuales dice que son habituales en Estados Unidos y Europa– es buscar el gozo y la diversión de la audiencia: Ese es el propósito de toda la música
.
De acuerdo con el violista, este nuevo programa es más atrevido
que el de 2009; será más pesado, si no propiamente con más rock, sí con música más atrevida, ya que los años 80 marcaron diferencia en la música popular
.
El par de presentaciones en el Auditorio Nacional son vistas por las autoridades de la OFUNAM como una oportunidad para romper ese paradigma de que una orquesta es músicos de frac y verla de lejos
, es decir, una institución elitista.
Así lo indica el subdirector ejecutivo de la agrupación, Alejandro Guzmán, quien agrega: “La idea de este tipo de conciertos, digamos más light, es acercarnos al público masivamente y que escuchen una orquesta en vivo para que la conozcan y después se atrevan a asistir a las salas de concierto; que aprecien que la música de orquesta es muy agradable”.