El fotógrafo invidente Gerardo Nigenda (DF, 1967) murió el sábado en la ciudad de Oaxaca, debido a complicaciones renales derivadas de la diabetes que lo aquejó durante tres décadas, informaron diarios locales.

Fue precursor en la impartición de talleres de fotografía, en los cuales proponía hacer a un lado la percepción convencional y abrir los ojos del alma.

Gerardo Nigenda perdió la vista a los 25 años. Su encuentro con la fotografía se dio por casualidad, en 1996, cuando se le invitó a ser el responsable del área para ciegos de la biblioteca del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), donde también impartió clases de Braille. Fue entonces que Francisco Toledo decidió ubicar el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB) dentro del IAGO y se incrementó la convivencia de personas invidentes y fotógrafos.

Fue ahí, en 1999, cuando Nigenda se acercó a Cecilia Salcedo, entonces directora del CFMAB, para preguntarle cómo le enseñaría a un ciego a fotografiar. Ella le dio una cámara Leica de bolsillo y le dijo que empezara a disparar.

Lo importante para él no era la forma (la técnica), sino el fondo (el contenido), se explica en el blog Tiresias Fotógrafo, que esta semana dedica una entrada en memoria del artista para quien lo más importante era comunicar el sentir.

Imaginaba una línea del centro del objetivo de su cámara al centro del objeto o sujeto a fotografiar, con ello controlaba de alguna manera el encuadre. Con el tiempo, aprendió a ubicar el sol y tratar de que estuviera atrás de él o a un costado.

Sus trabajos se publicaron en varias revistas especializadas y en 2008 participó en la segunda Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE, en España, organización que cuenta con obra de Nigenda en su colección permanente.

El cineasta Alberto Reséndiz realizó el documental Susurros de luz, en el que aborda la historia del fotógrafo, mismo que se proyectará en julio en el cineclub El Pochote, de Oaxaca.

Ese filme ganó, en 2009, el premio de mejor corto documental en el Festival Latino de San Diego, California. Nigenda trabajaba en una serie fotográfica sobre mujeres de Juchitán.