No hay intención de congelar la reforma constitucional en materia de derechos humanos aprobada en el Senado, pues los trabajos de dictamen se reanudaron en San Lázaro con el propósito de avalarla lo más pronto posible, aclaró el diputado Rubén Moreira.

Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Moreira aseveró que las objeciones no son de fondo y, de hecho, que no pudo ser votada en el pasado periodo ordinario porque llegó en los últimos días del mismo, pero están concientes de que se trata de una excelente minuta.

Moreira precisó que van a hablar con el diputado Juventino Castro, quien no está de acuerdo con que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sea la que se encargue de realizar investigaciones en torno a violaciones graves a garantías fundamentales, facultad que tiene ahora la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

He sondeado con los diputados de mi comisión y la mayoría no tiene problema para aprobar esa parte de la reforma, sobre todo porque los propios ministros han expresado que están de acuerdo en que esa facultad de investigar violaciones graves a los derechos humanos pase a la CNDH.

El legislador priísta explicó que, en realidad, la objeción más significativa a dicha enmienda es que al modificar el título del capítulo primero de la Constitución, que ahora se denomina de las garantías individuales y cambió a “de los derechos humanos, el amparo iba a quedar en el aire.

Ello debido a que en el artículo 103 constitucional se establece que el amparo procederá por violaciones a las garantías individuales. Esto creó preocupación entre los diputados, pero luego no enteramos que en la Comisión de Puntos Constitucionales ya hay una minuta para adecuar la denominación, acorde con la reforma en materia de derechos humanos.

Lo que harán entonces es dictaminar ambas minutas, y hay que recordar que la de Derechos Humanos fue aprobada en comisiones en lo general y sólo sería cuestión de discutir lo que falta.