Martes 18 de mayo de 2010, p. 2
Las autoridades que indagan la desaparición de Diego Fernández de Cevallos informaron ayer que ninguna persona se ha comunicado con la familia para pedir rescate por el político ni para ofrecer datos sobre su paradero.
Descartaron que un comando armado hubiera entrado la noche del viernes pasado –cuando fue privado de su libertad de El Jefe Diego– al rancho La Cabaña, ubicado en Querétaro, con el propósito de levantar al ex candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN).
Por los indicios encontrados en la propiedad del prominente abogado, los peritos de las procuradurías General de la República (PGR) y General de Justicia de Querétaro (PGJQ) consideran que no fueron más de tres personas las responsables de haber forcejeado unos instantes con Fernández de Cevallos antes de someterlo y privarlo de su libertad.
Tampoco descartan que los atacantes hubiesen llegado a la propiedad del político antes de que éste arribara en su camioneta, según revelaron a La Jornada fuentes ministeriales cercanas a las pesquisas.
Ambas procuradurías emitieron un comunicado conjunto que no reveló datos novedosos.
Las dependencias destacaron que para continuar con las investigaciones, la Secretaría de Gobernación, la PGR y el gobierno de Querétaro acordaron formar un grupo interinstitucional integrado por ambas procuradurías, la Secretaría de Seguridad Pública federal, así como por corporaciones policiacas estatales y municipales.
Como parte de los trabajos de ese grupo interinstitucional, la tarde de ayer arribó a las instalaciones de la 17 Zona Militar con sede en Querétaro Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Seguridad Regional y responsable en la Policía Federal (PF) en la persecución del secuestro, para encabezar la reunión del gabinete de seguridad que analiza la desaparición de Fernández de Cevallos.
Sobre los avances de las pesquisas habló el vocero de la PGR, Ricardo Nájera, único funcionario que ha contestado las preguntas de los medios de comunicación sobre el caso.
Nájera sostuvo que las autoridades investigadoras han descartado que algún comando de sicarios con armas largas –como los que utilizan los narcotraficantes para levantar personas– hubiera entrado la noche del viernes a una de las propiedades del abogado, ubicada en Querétaro, para privarlo de su libertad.
Fuentes ministeriales involucradas en las pesquisas revelaron que los testimonios rendidos hasta ahora ante la PGJQ por trabajadores de El Jefe Diego y por vecinos del rancho refieren que no escucharon ruidos o estruendos
entre la noche del viernes y la mañana del siguiente día.
El vocero expuso en entrevistas que la desaparición del litigante no deriva de una agresión de un grupo armado o algo por el estilo, en función de que tampoco se hizo gran escándalo de la salida del abogado de esa zona. Estamos hablando de una desaparición de persona donde no podemos precisar cuántas gentes estuvieron alrededor de esta desaparición
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Confirmó que momentos antes de su desaparición, cerca de las 23 horas del viernes, Fernández de Cevallos venía de una cena efectuada en la ciudad de Querétaro.
¿Cena con Loyola?
Aunque el vocero de la PGR no quiso revelar el nombre de la persona con quien El Jefe Diego se reunió antes de ser privado de la libertad, fuentes de esa dependencia afirmaron que la cena fue con el ex gobernador de Querétaro Ignacio Loyola Vera.
Nájera insistió en que aún no hay indicios concretos que nos lleven a variar la hipótesis inicial de que se trata de una desaparición de persona. Por ahora no tenemos elementos para que la hipótesis de investigación cambie a un posible secuestro u homicidio
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Al contrario de lo dicho por el vocero de la PGR, fuentes jurídicas cercanas a la familia Fernández de Cevallos aseguraron a La Jornada que la principal hipótesis que indagan las autoridades estatales y federales está relacionada con una probable privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro, aunque expusieron que los investigadores ministeriales aún no tienen claro si el objetivo del plagio fue obtener un pago económico, enviar una especie de mensaje político
o que la vida del litigante sea moneda de cambio
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La PGJQ ha interrogado a las personas que se reunieron el pasado viernes con el ex senador antes de su desaparición. También ha tomado el testimonio de los hijos de El Jefe Diego y de Miguel Fernández de Cevallos, hermano del ex legislador.
De acuerdo con los informantes, es muy posible que la noche del viernes los agresores ya estuvieran esperando en el interior o en los alrededores de la cabaña del abogado.
Entre los indicios que han fortalecido esta hipótesis destaca una mancha hemática encontrada en el piso que da a la puerta principal de la cabaña, la cual es del mismo tipo sanguíneo de El Jefe Diego.
Por la tarde, la PGR y la PGJQ informaron en un comunicado conjunto que según los primeros indicios, Fernández de Cevallos habría desaparecido a unos pasos de la entrada de la cabaña del rancho, entre las 23 horas del viernes y las siete de la mañana del sábado.
Agregaron que luego de varias horas de inspección ocular, se encontraron indicios de que ahí alguna persona pudo haber sido agredida físicamente, muy probablemente de inmediato al momento de descender de la camioneta que utilizaba Diego Fernández de Cevallos, y que se encontraba en la cochera de la finca, recién estacionada
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Por la noche, la PGR emitió un segundo comunicado conjunto con el gobierno de Querétaro, en el que se destacó que los avances en la investigación serán dados a conocer para evitar la proliferación de rumores.
Agregó que cualquier dato relacionado con la indagatoria se hará público de manera conjunta, luego de exponer que es obligación primordial de la autoridad preservar la integridad física del ex senador.