Diputados de Unión por un Movimiento Popular exigirán una investigación
Escasez financieraafecta la seguridad de los museos de la capital francesa
Se ha generado polémica en el mundo por el robo de cinco obras maestras de recinto parisino
Sábado 22 de mayo de 2010, p. 7
Uno de los acervos artísticos y culturales más importantes del mundo, que está a cargo de los museos de París, apenas se le protege con medidas de seguridad insuficientes o dispositivos inservibles, y ello se debe en cierta medida a la escasez financiera
a la que están sometidos dichos recintos por el gobierno de la capital francesa.
De esta forma se expresó el partido centroderechista Unión por un Movimiento Popular (UMP), en el contexto de la polémica que ha generado en el mundo el robo de cinco obras maestras del parisino Museo de Arte Moderno, cometido la noche del miércoles al jueves, de forma espectacular y sencilla.
La política de escasez financiera impuesta por la alcaldía de París, junto con las instituciones culturales de la ciudad
, ha permitido situaciones casi increíbles, como el hecho de que la alarma antirrobo del museo no funcione desde hace dos meses, lo que hizo todavía más fácil el hurto de los cuadros de Picasso, Léger, Braque, Modigliani y Matisse.
Los diputados electos Jean-François Lamour y Philippe Goujon criticaron mediante un comunicado que importantes sumas (de dinero) sean engullidas en proyectos mediáticos que no responden a ninguna necesidad cultural, y que se hunden ahora en el fracaso
.
Por ello, el grupo parlamentario de la UMP exigirá una investigación para saber en qué estado se encuentran los equipos de seguridad de los museos parisinos, que figuran entre los más visitados del mundo.
La falta de coordinación entre las autoridades encargadas de la materia quedó aún más de manifiesto este viernes, cuando el director de Cultura de París, Christophe Girard, declaró que ni el alcalde Bertrand Delanoe ni el director del Museo de Arte Moderno sabían de la falla en las alarmas, pese a que ésta fue detectada desde el pasado 30 de marzo.
Lo más grave no es eso, deploró el funcionario, sino que a pesar de tener tres guardias durante la noche, una intrusión pudiera realizarse así, que pudieran desbaratar la vigilancia de circuito cerrado y que la pantalla se pusiera totalmente opaca en determinado momento
.
Según Girard, el robo habría sido cometido por personas muy determinadas y muy bien informadas
sobre el valor de los cuadros, y aseguró que en los recientes tres años se habían realizado más de 15 millones de mejoras
en los sistemas de seguridad de los museos.
Dicha afirmación, sin embargo, va en sentido contrario de algunos hallazgos que se han realizado durante las investigaciones, como la que indica que la alarma del Museo de Arte Moderno no se reparó, porque no se habían encontrado las piezas de repuesto para hacerlo.
Enorme negligencia
El diario Le Figaro consignó en su edición de Internet que la compañía de seguridad Spie había instalado la alarma en ese recinto en el primer semestre de 2006 por un costo de 144 mil 500 euros, más una cuota anual de 23 mil euros para darle mantenimiento a los sistemas de ese y muchos otros importantes inmuebles de la ciudad.
El mismo rotativo publicó duras críticas que formularon empleados del museo contra los directivos. Aquí reina una actitud enormemente negligente. Entre nosotros se comentaba con frecuencia que en algún momento, alguien entraría por una ventana. Así de simple
, manifestó uno de los vigilantes.
Las fallas de los sistemas eléctricos eran tan graves, que la seguridad realmente dependía de los recorridos que hacían por turnos tres guardias, y los monitores no servían de apoyo porque en la oscuridad no se podía ver nada en ellos.
Asimismo, trascendió que al parecer los cuadros no estaban asegurados por ninguna compañía privada, lo cual de forma paradójica podría ayudar a que los ladrones no amenacen con destruirlos si no obtienen un rescate, como suele pasar cuando sí tienen seguro.
Dentro de las malas noticias, un juez encargado de la investigación celebró
que al menos las pinturas son invendibles, por ser tan famosas, y conjeturó que el destino de las obras podría estar en el mercado gris
–donde no hay forma de saber si una pieza es robada o no–, vendidas a coleccionistas malintencionados o incluso destruidas.
En algunos países del golfo Pérsico, advirtió, se han vendido obras de arte robadas incluso mediante la página de Internet eBay.com, sin llamar mucho la atención.