Lunes 24 de mayo de 2010, p. 3
Hace 22 años la Comisión Federal de Electricidad y la empresa General Electric anunciaron el inicio de las pruebas finales de la planta de Laguna Verde, la cual comenzó a operar hace dos décadas en Veracruz, y es la única central nuclear que opera en el país para la generación de electricidad.
Esta fuente de energía no emite gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global, por lo cual es considerada limpia
por los gobiernos; sin embargo, genera desechos radiactivos que pueden tardar varios siglos en desaparecer. El contacto con ellos puede ocasionar cáncer o malformaciones en recién nacidos.
En México estos residuos también los generan hospitales públicos y privados, así como centros de investigación del sector salud, de acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares. Detalla que hay desechos, como el yodo, que tardan en desaparecer ocho días, y otros, como el cobalto 60, que requieren 527 años para degradarse.
Laguna Verde comenzó a operar después del accidente nuclear de Chernobyl, Ucrania, en 1986, y liberó energía equivalente a 200 veces la que irradiaron las bombas atómicas que fueron detonadas sobre Hiroshima y Nagasaki, de acuerdo con Greenpeace.
En México, un accidente similar tendría graves consecuencias por la gran cantidad de poblados que circundan la central de Laguna Verde, e incluso llegaría a la ciudad de México, indicó la organización.