El establecimiento del parque eólico del istmo de Tehuantepec, que se empezó a promover desde principios de esta década y donde operan las centrales La Venta –está en construcción la Venta III– y desarrollos de la empresa española Iberdrola, provocó que comunidades de la región fueron desplazadas, las cuales han afirmado que fueron engañadas y presionadas para ceder sus tierras.

Habitantes de los pueblos de La Venta, La Ventosa, El Porvenir, Juchitán y San Dionisio del Mar, entre otros, han señalado en diversas ocasiones haber sufrido engaños, presiones y maniobras ilegales a través de prestanombres de las grandes corporaciones transnacionales, que han buscado ejecutar un gran programa de generación de energía eléctrica en el istmo de Tehuantepec.

Se trata de las españolas Endesa, Iberdrola y Gamesa, que obtuvieron contratos de arrendamiento de las tierras, a través de esos prestanombres, por 30 años y con pagos de 100 pesos al año por hectárea. Los afectados interpusieron alrededor de 180 demandas legales para nulificar los contratos; 45 fueron anulados, de acuerdo con diversos pronunciamientos que han hecho los afectados.

El Centro de Derechos Humanos Tepeyac informó que la perspectiva de las empresas es que en la región se genere la misma cantidad de energía eléctrica que aporta el sistema de hidroeléctricas de Chiapas. Apuntó que los gobiernos federal y estatal no consultaron a la población sobre el megaproyecto eólico, con lo que violaron un derecho de los pueblos indígenas garantizado por el Convenio 169 de la OIT.