Vecinos de la colonia El Santuario, en la delegación Iztapalapa, denunciaron que el Instituto de Vivienda (Invi) del Distrito Federal construye un conjunto habitacional de 24 departamentos sobre vestigios arqueológicos.

La obra se realiza en la calle San Francisco, entre Catedral de Querétaro y San Pablo, donde los colonos han encontrado pisos de estuco, los cuales han sido destruidos por las excavaciones realizadas para la cimentación del complejo.

El arquitecto Francisco Javier Ramírez Ruiz, vecino del lugar, señaló que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya tomó conocimiento de esta situación y comenzó el proceso para suspender de manera definitiva la construcción y hacer una evaluación de los restos arqueológicos.

Ramírez Ruiz acusó a las autoridades delegacionales de permitir que la obra se lleve a cabo sin que la constructora muestre los permisos correspondientes, mientras que el personal del Invi, encargado del proyecto, argumenta que no está obligado a presentar ninguna documentación o dar informes a nadie, ni a la delegación Iztapalapa.

Agregó que los trabajos se realizan sobre las líneas de agua potable, de drenaje y eléctricas, y las excavaciones han dañado las estructuras de tres viviendas, aunado a que de manera arbitraria se cerró la calle, principal vía de acceso a la colonia, impidiendo que los vecinos puedan llegar a sus casas en sus vehículos.

Desde hace aproximadamente un mes empezó la construcción de los 24 departamentos, ante lo cual los colonos solicitaron el apoyo del INAH, que con base en el estudio de muestras determinó iniciar un procedimiento para la clausura de la obra y llevar a cabo los estudios que permitan determinar la antigüedad e importancia de los vestigios arqueológicos, según informó personal del INAH a los inconformes.

Pese a que desde antes de que comenzara la construcción se hizo del conocimiento de las autoridades de Iztapalapa esta problemática, la obra comenzó sin que hubiera una acción decisiva de la delegación, que señala que el Invi está por encima de ellos.

Ramírez Ruiz dijo que los trabajos han afectado los servicios de agua y luz por varios días. Incluso se han dado casos de que las cuadrillas de la Comisión Federal de Electricidad no pueden entrar a la zona, debido a que la calle está cerrada. Nos tienen prácticamente secuestrados, indicó.

Ante esta situación, los vecinos acordaron impedir la construcción del desarrollo habitacional, por lo que personal del Gobierno del Distrito Federal tuvo que intervenir para evitar enfrentamientos y convinieron en instalar una mesa de trabajo el jueves próximo para buscar solución al problema.