Sábado 29 de mayo de 2010, p. 40
Madrid, 28 de mayo. Joseph Stiglitz, uno de los gurúes de la economía actual y premio Nobel de 2001, ratificó sus críticas a la actuación del gobierno mexicano de Felipe Calderón durante la crisis financiera internacional, y advirtió que el exceso de austeridad
puede derivar en una economía débil
que al final no resuelva los problemas de la sociedad.
También alertó sobre el riesgo latente que hay de otra gran depresión
en el mundo si no se toman las medidas necesarias y no se deja a un lado la seducción por el déficit
.
En noviembre del año pasado Stiglitz ofreció su punto de vista sobre la actuación del gobierno de México durante la caída financiera, al sostener que la administración de Calderón había sido de las peores
del mundo en el manejo de la crisis, que las tasas de crecimiento registradas hasta entonces eran preocupantes
y que los gravámenes aprobados de IVA e ISR eran negativos
para la economía.
Al mismo tiempo, el premio Nobel sostuvo que Brasil y Australia habían sido los países que mejor habían reaccionado a la crisis. Estas afirmaciones provocaron un alud de críticas y descalificaciones por parte del gabinete económico del gobierno e, incluso, del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
Consciente de la polémica que provocaron sus apreciaciones, pero al mismo tiempo fiel a sus análisis prospectivos, Stiglitz ratificó hoy sus críticas al gobierno calderonista en una conversación con un grupo reducido de corresponsales mexicanos, en un acto organizado por la Fundación Ideas.
En primer lugar, el especialista explicó que México está inevitablemente muy cerca de Estados Unidos, así como España está ligado intensamente a Europa. Entonces para que la recuperación en México sea fuerte y sólida depende en gran medida de que su vecino del norte se recupere de manera profunda y continuada
.
Según Stiglitz, la recuperación en EU depende todavía de muchos factores, entre ellos que se supere el celo desmedido por reducir el déficit que impera en estos momentos y se apliquen políticas públicas de incentivación de la economía.
En conclusión, si EU no se recupera fuerte y sólidamente
, a México le costará aún más afrontar la incertidumbre financiera y económica.
Insistió en los cuestionamientos: yo he sido y soy muy crítico con las políticas públicas del gobierno mexicano, porque el exceso de austeridad que pretenden imponer podría contribuir a crear una economía más débil, y esto derivaría en que el déficit sea menor, pero por arriba de lo que la gente espera.
Stiglitz fue además el responsable de redactar una propuesta que presentó la Fundación Ideas, vinculada al Partido Socialista Obrero Español (PSOE, en el poder), en la que se presentan tres iniciativas concretas para regular los mercados financieros y controlar la especulación desmedida y los riesgos que provocan en la estabilidad de la economía mundial.
La finalidad es que estas propuestas se presenten en julio próximo en el contexto de la cumbre del G-20. Las medidas impositivas son tres: aplicar una tasa a los fondos de garantías, otra a las transacciones financieras y un gravamen mayor a los rendimientos de capital especulativos, sobre todo a los más inmediatos.
En palabras del premio Nobel, “la fiscalidad bien diseñada puede contribuir a la eficiencia y a la justicia de la economía. Por ejemplo, un impuesto sobre la contaminación va a ayudar a corregir una distorsión del mercado y permitir llegar a una mejor economía y a una mejor sociedad.
De hecho el sector financiero de Estados Unidos ha contaminado el mundo con activos tóxicos y ha desmoronado la economía mundial. Así que el principio general de crear un impuesto en este sector permitiría dar nuevo rumbo a estos recursos para dar lugar a un mayor crecimiento para brindar mayores oportunidades, conseguir mayor eficacia y, sobre todo, sería lo más justo
.
En este sentido, Stiglitz cree que no hay que cuidar en estos momentos tanto el déficit público, sino reactivar la economía pues si queremos lograr la estabilidad mundial hay que invertir dinero en los más pobres, que es una obligación social, pues también es muy importante para la paz y la estabilidad mundial. El mundo corre el riesgo de volver a caer en una depresión. Acordamos que el nuevo contrato social (new deal) había reactivado y conformado a la economía, pero al centrarnos en el déficit hubo recortes, y por lo menos en Estados Unidos fue una de las cosas que destruyó nuestra economía. Todos los países tienen que unirse para evitar efectos adversos. Y es verdad que unas políticas de una ideología concreta ha arrastrado al mundo a esta situación y esta ideología lamentablemente sigue impidiendo la renovación de las políticas de conformidad con un marco de estabilidad
, añadió.
La propuesta de la Fundación Ideas fue refrendada por destacados economistas, como Jeffrey Sachs, André Sapir, Nicholas Stern y Stephany Griffith-Jones. El académico Sachs apuntó que la regulación y fiscalización de la especulación financiera es justa
porque este sector se ha convertido en una amenaza para la economía. Pero sobre todo deberíamos centrarnos en Wall Street, con estos banqueros que han seguido llevándose a casa millones y millones de dólares en forma de bonos y esto es sencillamente escandaloso estando las cosas como están. Y pueden hacerlo porque los banqueros son precisamente quienes financian las campañas presidenciales, de los congresistas y también de los opositores. Es parte del juego de la política, pero es un escándalo y hay que poner fin a esta realidad. Tenemos que poner a estos banqueros en el punto de mira, pues estos bonos millonarios son tan injustos en este contexto y sobre todo en entidades como Goldman Sachs, que han destripado la economía del mundo.