Domingo 30 de mayo de 2010, p. 5
Nueva York. Nuevas pruebas realizadas a fragmentos del cráneo del compositor alemán Ludwig van Beethoven refutan la teoría de que el genial músico murió en 1827 por intoxicación de plomo, como se creía hasta ahora, según informó hoy el periódico The New York Times. Los estudios realizados a la osamenta del comporsitor por un grupo de científicos del Instituto Médico Monte Sinaí, de Nueva York, dan como resultado que los niveles de plomo en los fragmentos de hueso analizados están dentro de lo normal. Hasta ahora se creía que a lo largo de su vida, Beethoven había estado expuesto a grandes dosis de plomo, lo cual pudo haber causado su muerte. Incluso algunos investigadores llegaron a pensar que el maestro de la música podría haber sido envenenado debido a su amor por el vino, pues en el siglo XIX se solía añadir este mineral al vino barato para quitarle el mal sabor. Sin embargo, las últimas pruebas realizadas arrojan una cantidad de plomo de 13 microgramos por cada gramo de masa ósea en los huesos grandes, los cuales anteriormente no habían sido estudiados. Los valores de plomo encontrados en los fragmentos pequeños de hueso, que fueron analizados hace cinco años, cuadriplicaban los valores actuales (48 microgramos por gramo de masa). Los investigadores, por el contrario, no han podido encontrar hasta el momento niguna explicación a esta diferencia de datos. El cuerpo de Ludwig van Beethoven fue sacado de Viena en 1863 para, entre otras cosas, llevar a cabo investigaciones sobre la causa de su muerte.