La segunda subsidiaria de Gruma en Venezuela fue temporalmente ocupada por el gobierno de ese país, en un procedimiento que sigue el curso del que terminó el mes pasado con la expropiación de otra de sus empresas en aquella nación.

Derivados de Maíz Seleccionados (Demaseca), una de las dos subsidiarias de Gruma en Venezuela, fue temporalmente ocupada por el gobierno del presidente Hugo Chávez, informó la empresa mexicana en un reporte entregado ayer a la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por sus siglas en inglés), el regulador de los mercados de valores de Estados Unidos, donde también cotizan las acciones de la firma.

La orden de ocupación es por un plazo de 90 días, contados a partir del 25 de mayo de 2010.

El 12 de mayo pasado el gobierno venezolano decretó la adquisición forzosa de los activos y las operaciones de Molinos Nacionales (Monaca), la otra subsidiaria de Gruma en ese país, cinco meses después de que había comenzado un proceso administrativo similar al decretado contra Demaseca.

No podemos asegurar que el gobierno de Venezuela no continuará con la expropiación de las operaciones que mantenemos en ese país, indicó el reporte de Gruma a la SEC.

A pregunta de este diario, una fuente de Gruma dijo ayer que las operaciones de la subsidiaria Demaseca continuaban sin interrupción. Es una intervención administrativa, aunque sí, repite el esquema que se dio con Monaca en diciembre pasado, añadió. No conocemos el argumento del gobierno venezolano para esta ocupación administrativa, aseguró.

El gobierno de Venezuela sigue en la línea de tomar el control de empresas que operan en sectores que considera estratégicos, como el alimentario, comentó. Aseguró que tanto Monaca –Gruma sigue operando esta empresa hasta que no concluya el proceso de expropiación– como Demaseca siguen funcionando normalmente.

Las autoridades venezolanas están verificando que ambas empresas realicen sus operaciones con normalidad y que satisfagan las necesidades de abasto de alimentos, cosa que se cumple, dijo.

Gruma y Demaseca contribuyen con 18 de cada 100 pesos de las ventas globales de Gruma. Las filiales venezolanas de la firma mexicana producen y distribuyen harina de maíz y trigo, arroz y avena.

El reporte remitido por Gruma a la SEC menciona que la orden del gobierno venezolano autoriza al oficial Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) la ocupación temporal y operación de Demaseca. Sin embargo, el informe apuntó que la subsidiaria continúa operando de manera ordinaria.

La semana pasada Roberto González Barrera, presidente de Gruma, dijo en una entrevista con La Jornada que la trasnacional mexicana, principal productora de harina de maíz del mundo, no tiene intención de abandonar sus operaciones en Venezuela.

El objetivo de Gruma es quedarse en Venezuela porque además la empresa tiene otros negocios en la parte de alimentos básicos, dijo González Barrera en la entrevista realizada el 8 de junio.

Una tras otra

Una de nuestras subsidiarias en Venezuela está actualmente involucrada en un procedimiento de expropiación y la otra está sujeta a expropiación, indica el reporte de Gruma a la SEC. La empresa mexicana apunta en el documento a la autoridad regulatoria de Estados Unidos que desde 2006 el gobierno del país sudamericano ha emprendido esfuerzos para nacionalizar y/o expropiar empresas locales y extranjeras en industrias relevantes como servicios financieros, petróleo y gas, acero, ventas al menudeo, incluidos supermercados; distribución de electricidad, telecomunicaciones y cemento.

En algunos casos, apuntó, las acciones gubernamentales han resultado en la expropiación de las empresas privadas sin una compensación rápida y justa.

Aunque el reporte a la SEC no define una causa concreta de la intervención administrativa de Demaseca, la empresa mexicana relata los hechos que llevaron a la expropiación de Monaca y ahora el proceso contra Demaseca.

Mencionó que el 4 de diciembre de 2009 una corte de Venezuela emitió una orden que autorizaba al gobierno a incautar de manera precautoria los activos de todas las compañías en que el empresario venezolano Ricardo Fernández Berrueco, detenido en noviembre pasado, tuviera intereses de manera directa o indirecta.

Fernández Berrueco, un banquero al que el gobierno venezolano acusa de haberse apropiado de recursos de los ahorradores de los bancos Bolívar, Banpro, Confederado y Canarias, fue hasta junio de 2008 accionista minoritario en Monaca y Demaseca. Actualmente está sujeto a proceso penal, bajo cargos de delincuencia organizada.