La Comisión Permanente del Congreso de la Unión acordó ayer demandar a las autoridades del Banco de México y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que en el ejercicio de sus facultades eviten que los bancos extranjeros que operan en México transfieran sus capitales a sus matrices en otras naciones.

Asimismo, se acordó pedir al Banco de México y a la CNBV que trimestralmente hagan llegar al Congreso de la Unión informes sobre la capitalización de las instituciones de banca múltiple en el país.

La intención de que los bancos rindan cuentas al Congreso es para tener información a mano, a fin de detectar qué instituciones bancarias priorizan atender a sus empresas matrices, en lugar de atender los requerimientos de crédito en el país, recalcó el senador priísta Rogelio Rueda, impulsor de la propuesta.

Explicó que hay preocupación en su bancada, ya que los bancos extranjeros canalizan las grandes utilidades que obtienen en México a sus consorcios, lo que provoca un severo daño al país, donde se requiere ese dinero para apuntalar a la actividad productiva.

México ha sido víctima de saqueo por parte de la banca, expuso a su vez el diputado perredista Agustín Guerrero. Hizo notar que el año pasado, en que miles de empresas cerraron y más de un millón de personas se quedaron sin empleo, los bancos se llevaron al extranjero las utilidades producto del alto costo que cobran en el país.

El diputado del PT Mario Di Constanzo expuso que tenemos el sistema bancario más costoso del mundo, que se comporta de forma ilegal. Puso de ejemplo a Citigroup, que desde que opera en México, a través de su filial Banamex, obtiene cada año utilidades por 10 mil millones de dólares, que no han servido para apuntalar el crecimiento del país, sino para el rescate de la matriz en Estados Unidos.