Las reformas a la Ley de los Derechos de las Niñas y los Niños que fueron aprobadas en comisiones por diputados locales son muy buena noticia, ya que responden en parte al Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal (PDHDF), consideró el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez García.

Entrevistado vía telefónica, ya que se encuentra en Ginebra, Suiza, para sustentar ante la Organización de Naciones Unidas un informe sobre la Convención de los Derechos del Niño y la participación de menores en conflictos armados, Pérez García advirtió que aún hace falta aplicar más líneas de acción señaladas en el PDHDF, el cual es de carácter obligatorio para todos los servidores públicos: tenemos un paquete de 11 leyes a reformar, no es sólo la Ley de los Derechos de las Niñas y los Niños.

El capítulo 22 del programa forma parte del núcleo grupos de población, cuenta con 148 líneas de acción y su objetivo general es respetar, proteger, promover y garantizar, con el principio de igualdad y no discriminación, los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales de la infancia que habita y transita en la ciudad de México.

Además de las reformas –que presumiblemente serán aprobadas en los próximos días por el pleno–, el apartado 22 del programa también fija otras acciones que corresponde aplicar al órgano legislativo, como la 1633, que indica la necesidad de realizar un análisis jurídico de la Ley de Cultura Cívica, a la luz de los tratados internacionales, para identificar si su contenido se encuentra elaborado desde un enfoque de respeto a los derechos humanos.

De acuerdo con el PDHDF tendrán que hacerse modificaciones a otros ordenamientos, como la Ley de Justicia para Adolescentes y el Código de Procedimientos Penales.

Es un logro; hemos tenido otros, como la aprobación para que los niños y niñas puedan presentar, sin la necesidad de un representante legal, una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal por malos tratos de funcionarios, pero aún hay mucho por trabajar, finalizó Pérez García.