Tetro, su cinta más reciente, “hermana de Rumble Fish”, comenta el realizador en París
En estos días hago películas más como proyectos personales, no por dinero; como no espero obtener mucho, no puedo ofrecer gran paga a los actores, dice el director de El Padrino
Lunes 21 de junio de 2010, p. a15
París, 20 de junio. Un pequeño bistro junto al Sena es el lugar escogido por Francis Ford Coppola para hablar de su nuevo filme, Tetro. Ordena un café; el mesero le hace ver que quiere un café créme, no capuchino, como un recordatorio, por si hiciera falta, de que ya no está en su viñedo de San Francisco.
Coppola hizo la película que más veces he visto. Es lo primero que le digo. Pone cara de fastidio; sin duda ha oído miles de veces ese comentario sobre El Padrino 1 y 2, o Apocalypse Now, pero, cuando le digo que es The Outsiders, parece genuinamente encantado. ¿Ya vio la nueva versión?
, pregunta de inmediato.
The Outsiders fue filmada durante el primer bache en su carrera estelar. Su película romántica One From the Heart acababa de dejarlo en bancarrota. Antes de 1982, todo le había salido bien. Su ascenso fue meteórico desde que trabajó con el legendario productor de cintas clase B Roger Corman en Dementia 13, en 1963, hasta The Rain People, en 1969, con James Caan y Robert Duvall, y sus otros clásicos de la década de los años 70: The Conversation, El Padrino 1 y 2 y Apocalypse Now.
Calamidad financiera
Peter Biskind lo describió en Easy Riders, Raging Bulls como el líder de los directores del nuevo Hollywood. George Lucas, Steven Spielberg y compañía querían hacer cintas como las suyas. El director, nacido en Detroit, quería absoluta autonomía frente a los estudios para hacer películas como las de la nueva ola del cine francés. Para One From the Heart creó enormes sets de Las Vegas, pero lo que debió hacer la corona de su gloria, un pequeño filme personal luego del exceso de Apocalypse Now, resultó una calamidad financiera.
Por eso no pudo alegar mucho cuando el estudio le solicitó una nueva edición de The Outsiders. “La versión más larga que yo quería al principio es la mejor, pero cuando la película se estrenó muchos se quejaron de que era demasiado larga. Sin embargo, los niños conocían tan bien el libro que siempre preguntaban, ‘¿y qué pasó con aquella escena donde…?’ Así que, a causa de mi nieta, volví a poner todo en su lugar, y por fortuna Warner Brothers estuvo de acuerdo en hacer la nueva versión.”
El año 1983 fue productivo para el director; hizo The Outsiders y a continuación Rumble Fish. Las dos cintas son un quién es quién de los actores varones estadunidenses de los 20 años pasados: aparecen Tom Cruise, Matt Dillon, Patrick Swayze, Mickey Rourke y Nicolas Cage. Rumble Fish, también basada en una novela de SE Hinton, es similar en muchas formas a Tetro. Existen muchos nexos entre ambas: un niño soñador idealiza a un misterioso hermano mayor, y los dos se reúnen luego de un periodo de ausencia. Ambas están filmadas en blanco y negro.
“Bueno, tal vez Tetro es hermana de Rumble Fish –concede el cineasta, hoy de 70 años–. Hice Rumble Fish porque me recordaba a mi hermano; de hecho se la dediqué. Cuando llegué a Tetro tenía en mente a Matt Dillon para el papel del hermano mayor. Me gusta trabajar con Matt, pero es difícil: los tiempos, sobre todo si uno necesita un actor por varios meses, son complicados. En estos días hago películas más como proyectos personales, no por dinero; como no espero mucho dinero, no puedo ofrecer gran paga a los actores.”
Vincent Gallo realiza el papel concebido para Dillon: el de Tetro, escritor alguna vez prometedor, residente en Buenos Aires, quien parece molesto cuando su hermano menor, Bennie (Alden Ehrenreich), aparece de repente haciendo preguntas sobre una obra de teatro en la que Tetro trabajaba cuando salió inopinadamente de Estados Unidos. Resurge el pasado; comparten el odio hacia su padre, que es compositor, y en el curso de la película se revelan secretos familiares. Hay gran paralelismo con la vida de Coppola: tiene un hermano, August (padre de Nicolas Cage), y su padre es el compositor Carmine, quien trabajó en varias de sus cintas.
El personaje de Tetro es con el que se asocia el director: Fue mi juventud. Comencé haciendo teatro a los 18 años y quería ser escritor, pero no tenía talento natural para ello
. Parece extraño porque, aparte de trabajar en el guión de varias de sus películas, también adaptó el clásico de guerra Patton. Pero quizá se refiera a su deseo de generar ideas frescas; Tetro es la primera vez, desde La conversación, de 1974, que el director ha creado a partir de cero.
Un tema en Tetro, como en la mayoría de sus cintas, es la fortaleza y la posición central de la unidad familiar: ni el más abyecto de los pecados puede romper los lazos de sangre. “Es un gran tema para todos –afirma–. Todos somos parte de nuestras familias, y nuestras primeras ideas del amor, la traición y todas esas maravillosas emociones humanas ocurren cuando uno es joven y vive en medio de esos apegos familiares.”
De hecho, la familia es lo que ha impulsado a Coppola a dejar las películas de estudios: “Cuando uno llega a cierta edad, la gente se la pasa diciéndote ‘por qué no haces una película sobre tal y cual cosa’. Tal vez por eso deja uno de ser director comercial. Me siento más involucrado en lo personal; quiero hacer filmes sobre aspectos de mi vida personal que no entiendo, y la mayoría se refieren a mi familia, a mi hermano y mi padre.”
Se le oye contento al decir esto. Es como si, después de años de buscar la felicidad por medio del reconocimiento de otros, hubiera descubierto que no hay nada mejor que complacerse a sí mismo.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya