San Salvador. Dirigentes políticos de derecha y empresarios del transporte en El Salvador pidieron ayer pena de muerte para los pandilleros que perpetren crímenes como los que la noche del domingo le costaron la vida a 18 personas en dos ataques casi simultáneos contra microbuses de la capital. Las peticiones de aplicar la pena capital a los causantes del múltiple crimen se producen en medio de la consternación por el suplicio que vivieron los ocupantes de uno de los microbuses, que fue rociado con combustible e incendiado mientras que los pandilleros disparaban contra quienes intentaban salir del vehículo en llamas. Quince personas murieron carbonizadas en este ataque ocurrido en Mejicanos, al norte de esta capital, y otras 11 están hospitalizadas con graves quemaduras sufridas durante el ataque. Hasta ahora han sido detenidas 12 personas involucradas en esa matanza. Al menos 13 personas mueren diario en la capital a consecuencia de la violencia criminal.

La Paz, 22 de junio. Indígenas amazónicos de Bolivia marchaban ayer rumbo a La Paz en demanda de autonomía plena, en una manifestación que amenaza con provocar nuevos choques entre el gobierno del presidente Evo Morales y Estados Unidos, luego que surgieron versiones de que la agencia estadunidense de cooperación (USAID) estaría apoyando la protesta. Aproximadamente 500 indígenas de tierras bajas del norte y el oriente, uno de los sectores más favorecidos por la revolución del presidente izquierdista, partieron el lunes de la ciudad de Trinidad con el propósito de caminar casi mil 500 kilómetros, incluida una pausa en la ciudad oriental de Santa Cruz, dijeron medios locales. Quiero nuevamente advertir: si continúa financiando mediante algunas ONG a hermanos dirigentes del campo y la ciudad, de verdad no me temblaría la mano (para) expulsar a USAID y todos esos instrumentos del imperialismo que quieren perjudicar a este proceso de cambio, reiteró el gobernante.

Bangkok. Miles de manifestantes antigubernamentales tailandeses asistieron ayer aquí a la cremación del general rebelde Khattiya Sawasdipol, estratega militar de los camisas rojas, asesinado de un tiro en la cabeza en mayo pasado. Se trata de la manifestación más importante de los camisas rojas desde su dispersión el 19 de mayo, durante un asalto del ejército contra su retaguardia, en pleno centro de la capital. El general, muerto a los 58 años, dirigía la seguridad del campamento de los rojos, que pedían la renuncia del gobierno durante la crisis política que sacudió a Tailandia durante dos meses. En los actos de violencia ocurridos en ese periodo hubo 90 muertos y mil 900 heridos. Los ”rojos” piden elecciones anticipadas.