Los ibéricos se impusieron a los andinos, pero ambos avanzaron
Sábado 26 de junio de 2010, p. 2
Pretoria, 25 de junio. España rubricó este viernes su pase a octavos de final de la Copa del Mundo de Sudáfrica como primera del grupo H, tras vencer 2-1 a Chile, que avanzó en segundo lugar, con los mismos seis puntos que los ibéricos, luego de un intenso partido, algo brusco por momentos.
La furia roja, que comenzó tensa y parada ante unos andinos presionantes, consiguió el liderato de su llave gracias a un gol de David Villa desde casi 40 metros, y un segundo de Andrés Iniesta con otro tiro desde el pico del área.
Las dos anotaciones y la posterior expulsión de Marco Estrada, al minuto 38 por doble amarilla, acabaron por inclinar el partido hacia los españoles, pese a que en el 47 Rodrigo Millar acortó distancias con una buena anotación.
En la siguiente instancia España enfrentará a Portugal, mientras Chile lo hará ante Brasil.
Los hispanos salieron con lo esperado: el tridente ofensivo compuesto por Iniesta, Torres y Villa. En contraste, el técnico Marcelo Bielsa sorprendió al prescindir de un punta puro en el equipo chileno. ¿Temor? En absoluto.
La propuesta del estratega tenía sentido: presionar la salida del balón de España, que sufrió un largo atasco. Todo lo hizo Chile en la primera parte: lo bueno y lo malo.
La furia roja sufrió durante 25 minutos. Un primer remate de Torres lejos del arco quedó en anécdota, pues los andinos pasaron a dominar el juego. Sobre todo porque le quitaron el esférico al rival y le impidieron dominar el tiempo del partido.
Así, Chile sumaba llegadas al área española. Primero, con un remate fuera de Mark González, luego de un disparo lejano de Estrada; después, con un balón envenenado que desvió Iker Casillas. España no se sentía cómoda.
Sin embargo, llegó el error humano, que aparece allá donde el obsesivo Bielsa no puede llegar. Ahí estuvo una mala decisión de un defensor, un contrataque español, una errática salida del arquero y la calidad de un gran delantero.
En resumen: a los 24 se equivocó Bravo en su salida lejos de la portería y Villa marcó desde lejos sin nadie bajo el arco.
A los 37 minutos surgió otra desatención de Chile, otro error humano de esos que no se pueden anticipar. Su defensa perdió un balón, España armó una gran contra, Villa cedió atrás e Iniesta mandó a la red con un toque ajustado y lleno de clase.
La jugada tuvo otro castigo para los andinos de igual intensidad al gol: se quedaron sin Estrada por una supuesta patada a Torres en la misma acción. El árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez exageró en sus atribuciones.
Sin embargo, cualquier equipo de Bielsa es valiente y Chile salió en la segunda parte con el cuchillo entre los dientes. Redujo distancias con un disparo de Millar que rebotó en Piqué. Suficiente para despistar a Casillas.
Chile jugaba con sólo tres defensas y un central. Era tiempo para Vicente del Bosque, quien a los 55 quitó a un desafortunado Torres para meter en el campo a Cesc Fábregas.
El mensaje era inequívoco: España quería tener el balón aprovechando su superioridad numérica. Y, en consecuencia, también debilitar física y mentalmente a su rival. Luego quitó a Xabi Alonso para situar a Javi Martínez, un cambio para guardar el resultado a 17 minutos del final.
No pasaron demasiadas cosas. la furia roja supo proteger el triunfo y se clasificó, aunque sin la brillantez esperada. Y Bielsa, esta vez gozó de un golpe de fortuna y entró a octavos con la ayuda de Honduras. Luego todo transcurrió según lo esperado antes de comenzar el Mundial.