Rustenburgo, 25 de junio. Ghana y Estados Unidos juegan un partido con sed de revancha en los octavos de final. Uno con la esperanza de salvar el honor del continente anfitrión y el otro con el sueño de seguir en el torneo.

Será una guerra de 90 minutos, vaticinó el seleccionador de las estrellas negras, el serbio Milovan Rajevac, al destacar que el punto fuerte de sus adversarios es su juego colectivo, el ritmo que tienen al final de los partidos. Son impresionantes físicamente, ya que anotaron goles de último minuto ante Eslovenia y Argelia.

Además, el choque tiene un olor a revancha: los estadunidenses no olvidan que los africanos les dieron la puntilla (2-1) para eliminarlos en primera ronda en Alemania 2006.

Ahora jugamos por toda África, aseguró el volante Kevin Prince Boateng. Ghana es el que lleva el estandarte de todo el continente, señaló.

Además, el partido propone también un duelo de estilos, con un futbol de toque y fantasía por el lado de los ghaneses contra el pragmatismo estadunidense.

Rajevac también resaltó el trabajo realizado hasta ahora por su selección, la única africana que logró acceder a la siguiente fase. La gran fuerza es su unidad. No jugamos como un grupo de individualidades. No será fácil contra Estados Unidos, pero tenemos una oportunidad de ir a cuartos (de final), manifestó el serbio.

John Mensah, durante la práctica de GhanaFoto Reuters

El centrocampista Anthony Annan señaló que Ghana se convertirá en el orgullo de África. No vamos a decepcionarlos y todos los países del continente nos apoyarán. Vamos a hacerlos felices, afirmó.

A su vez, el técnico estadunidense Bob Bradley dijo estar satisfecho de sus pupilos, pese al sufrido pase sobre Argelia (1-0) en los minutos finales del partido.

Estamos listos para la batalla siguiente, luego de reconocer que algunos de sus jugadores esperan con ansias este choque por lo sucedido hace cuatro años en Alemania.

Quedan seis integrantes en cada equipo de aquel juego, por lo que habrá sin duda sed de revancha, afirmó el timonel en Rustenburgo, en la conferencia de prensa en víspera del encuentro.

En caso de victoria, Estados Unidos igualará la marca de cuartos que hizo en Corea-Japón 2002, cuando comenzó a brillar Landon Donovan, hoy capitán, líder y salvador del equipo.

También mostraremos que sabemos hacer circular el balón y tenemos jugadores que cuentan con esa cosita especial que nos permite avanzar e ir lejos en un torneo, sostuvo Bradley, en alusión a Donovan.