Martes 29 de junio de 2010, p. 30
La Habana, 28 de junio. “No albergo la menor duda de que tan pronto las naves de guerra de Estados Unidos e Israel ocupen sus puestos –junto al resto de embarcaciones militares estadunidenses ubicadas en las proximidades de las costas iraníes– e intenten inspeccionar el primer buque mercante de ese país, se desatará una lluvia de proyectiles”, escribió el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, al insistir en que Washington y Tel Aviv agredirán con armas atómicas a Irán, que también responderá.
Castro apoyó su hipótesis en la experiencia de su país, que en octubre de 1962 iba a ser objetivo nuclear
de Estados Unidos durante la llamada crisis de los misiles, y luego en los años 70, cuando tropas cubanas de apoyo al gobierno revolucionario de Angola iban a ser agredidas con armamento atómico israelí por soldados de Sudáfrica, entonces con un gobierno racista.
El pasado día 25 Castro advirtió que buques estadunidenses e israelíes navegaban hacia el golfo Pérsico para comenzar la inspección ordenada este mes por la Organización de Naciones Unidas, con el propósito de impedir el comercio militar de Irán con el resto del mundo.
Por otro lado, el presidente de Siria, Bachar Asad, renovó con Raúl Castro lazos de cooperación entre ambas naciones.