Enmiendas con trampa
Peña Nieto amaga
Fiscalía electoral
Sucesión dinástica
Aguirre: sí se puede... ir
Otra vez los impuestos
Tranquilos... no es el fin de los arreglos en lo oscurito
Cofetel: el nuevo comisionado es chalán de Molinar
Las citas en el ISSSTE
México-Estados Unidos: el lavado va
El jugoso negocio del chaka-chaka
¿Fue Aguirre o debió anunciarlo Calderón?
Otro fracaso de la izquierda nueva
Borrado, el discurso de Paredes
El último suspiro del Conquistador / XLIII
Aguirre y lo que fue
or mayoría de cuatro votos contra uno, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó ayer la liberación de 12 simpatizantes e integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), entre los que se encuentra Ignacio del Valle –condenado a 112 años de prisión por secuestro equiparado
y ataques a las vías de comunicación–, quienes permanecían en prisión desde los enfrentamientos en San Salvador Atenco y Texcoco ocurridos en mayo de 2006. De acuerdo con los magistrados, las condenas dictadas en contra de los activistas fueron producto de procesos irregulares en los que se emplearon pruebas ilegales por medio de los cuales se buscó, a decir del ministro Juan Silva Meza, dar maquillaje institucional
a un acto de criminalización de la protesta social.
Expresan alegría por la decisión de la Corte
uvimos el honor que se convirtió en placer de ser invitadas a conocer los pueblos y la lucha de San Salvador Atenco en febrero del año 2002, nuestros corazones latieron fuerte con el son de la tierra que ellos tocan. Al conocerlos, al sentir su lucha por la defensa de sus fértiles tierras contra la construcción del aeropuerto y desde el primer cañonazo sentimos admiración y cariño por todos ellos: cada Juanita niña, cada don Pancho abuelo, cada América joven, cada Felipe maduro, cada Nacho ejemplar, cada Martha bella y alegre, cada Cata sabrosa, cada madre Rosalba, cada compañera Trini, cada compa Heriberto y cada Cayo Vicente. Ellos nos han dado desde entonces ejemplo y razón.
nte el requerimiento de mayor apoyo de los estados a las universidades públicas y al desarrollo de la ciencia y la tecnología, hecho por el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro, frente y a nombre de más de mil instituciones hispanoamericanas en reciente reunión de Guadalajara, el senador Gustavo Madero respondió, de botepronto y como es costumbre, sin pensar mucho lo que se dice, que lo que la UNAM debe hacer –en lugar de pedir más dinero– es dar cuenta clara de los recursos de que dispone para la atención de las obligaciones que establece su Ley Orgánica, a saber: la docencia, la investigación y la creación y difusión de la cultura.
on millones ya. En todo el planeta. En unas cuantas semanas, y solamente en una región aislada del mundo, se produjeron alrededor de 2 millones de desplazados. Todos ellos podrían calificar para pedir refugio en cualquiera de las pacificadas y garantizadas democracias occidentales. No se cuentan, en cambio, los cientos que cada día salen de los países del centro de África rumbo al norte, rumbo a Europa, en búsqueda, ellos también, de esa protección que no encuentran en sus estados de origen. Y no se trata nada más de los pocos perseguidos políticos, sino de muchas mujeres y hombres que escapan de las numerosas guerras existentes en el continente y de las cuales nosotros, los occidentales, tan poco conocemos. Luego están los también innumerables ciudadanos de países que conocemos mejor, pero que también se encuentran en guerras absurdas, como son, por ejemplo, Afganistán e Irak. Y finalmente están todos los que escapan, en este mundo, de la guerra y de las crisis que ponen en riesgo sus vidas.
n la comparecencia ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión de los funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría de Energía (Sener) y el representante del Sistema de Enajenación y Administración (SAE) de los bienes de Luz y Fuerza del Centro (LFC), sorprende la ligereza con la que responden éstos a los cuestionamientos hechos por los legisladores, sobre la extinción de la empresa paraestatal, como si las políticas públicas que impone el gobierno federal a las entidades derivadas de la administración pública federal no fueran su responsabilidad.
n el oscuro panorama que agobia al país, la condena unánime del asesinato del candidato a gobernador de Tamaulipas es un hecho positivo que merece fortalecerse. Al eludir la tentación –tan a flor de piel– de aprovechar la tragedia para obtener pingües dividendos particulares, los partidos entienden que la escalada de violencia en curso constituye una amenaza directa para la convivencia pacífica y el Estado mismo.
erá melón, será sandía… Lo cierto es que el candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas tenía las mayores probabilidades de ganar y lo mataron. Y como nadie sabe, entre la gente común, qué hace en realidad el crimen organizado, pues es fácil echarle la culpa de todo aquello que no se puede probar, aunque pudiera ser cierto. Igual ocurriría con organizaciones secretas, que si existen en México serían precisamente secretas y, por lo tanto, nada sabríamos de ellas y, por lo mismo, les podríamos echar la culpa de cualquier cosa.
a codicia de British Petroleum (BP) por el crudo del yacimiento Macondo en el Golfo de México, llamado así por la novela de García Márquez, pudo más que las advertencias sobre la inestabilidad subyacente para proceder con su explotación en aguas profundas: los datos sismológicos mostraban que había gran cantidad de metano debajo y alrededor de Macondo. Aunque el peligro de explosión era alto, BP instaló la plataforma Deep Water Horizon, semisumergible de aguas ultra-profundas (hasta 10 mil 685 metros) de posicionamiento dinámico, propiedad de TransOcean y de Anadarko Petroleum, dueña del 25 por ciento.
l lunes 28 de junio se cumplió un año del golpe de Estado en Honduras. Contrariamente a las intenciones de sus promotores, el primer gran acontecimiento político de la era Obama hacia América Latina –que en eso ha devenido– creó una situación de efervescencia y radicalización política y social de las masas en el país centroamericano, sin precedente por su magnitud y profundidad. O tal vez sería más acertado decir que en eso desembocó gracias a la fecunda estrategia y táctica construidas por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Ello permitió crear una gran acumulación política y cultural de energía trasformadora a partir de las singulares condiciones de indignación y rebeldía social provocadas por el brutal derrocamiento del presidente constitucional Manuel Zelaya, que había conseguido ya, pese a su origen oligárquico, ser querido y apreciado por el pueblo en virtud de una sensibilidad y obra sociales que lo diferenciaban ostensiblemente de los gobernantes anteriores. Un amplio y consciente sector del pueblo y la juventud rechaza el actual orden oligárquico y dependiente del imperialismo, del cual Porfirio Lobo no es más que un empleado, como lo demuestra un año de combativa resistencia.
uizá a Monsi le sorprendería que lo comparara con Pancho Villa (¿le divertiría?). Es obvio que no andaba por allí tirando balas a diestra y siniestra –aunque a menudo sus ocurrencias
, tan traídas y llevadas últimamente–, daban casi siempre en el blanco y pegaban duro. Tampoco se identifica con los arrebatos que hicieron del Centauro del Norte el paradigma del hombre bragado, temerario, arrebatado, incontrolable, quien a pesar de todo solía llorar a la menor provocación: lo advertimos en una fotografía famosa de la fototeca de Pachuca del INAH cuando el guerrillero llora la muerte de Madero, en medio de dos señores venerables y bien trajeados, mientras que, con un pañuelo que emerge de un grueso suéter campesino, Villa se limpia las lágrimas y los mocos. A Monsi nunca lo vimos llorar en público, ni siquiera cuando murió su madre, esa mujer extraordinaria; tampoco, cuando fallecía de viejo o por enfermedad alguno de sus múltiples y querídisimos gatos, mucho más valorados por él que cualquier ser humano.
o ignoro que El gesticulador de Rodolfo Usigli, escrita en 1938 y estrenada nueve años después, marca un hito en la historia del teatro mexicano porque se opone a la corriente universalista de los Contemporáneos y porque trata los problemas nacionales postrevolucionarios sin la intención satírica con que el autor se había opuesto en otras obras, como sus comedias antihistóricas
, a vicios y costumbres del sistema. También que su estreno molestó grandemente a políticos que sin duda habían acudido y por ello, a pesar de que había tenido un gran éxito de público y crítica, fueron suspendidas sus representaciones al cabo de dos semanas, con lo que las diferencias entre Usigli y Salvador Novo, a la sazón director de Bellas Artes, se convirtieron en franca guerra, por lo que se constata la profundidad con que incidió en situaciones y personajes de la política de entonces. Todo ello ha convertido a esta pieza para demagogos
en algo digno de reverencia por quienes la conozcan.