Zacatecas, Zac., 5 de julio. La estrepitosa derrota de la coalición Zacatecas nos Une –Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia– se confirmó, con lo que terminó la hegemonía perredista de dos sexenios. En la gubernatura, la alianza Primero Zacatecas –partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal)– ganó prácticamente dos a uno. En el Congreso, perredistas y aliados obtuvieron uno de los 18 distritos en disputa y en los ayuntamientos ganaron 10 de los 58, pero sólo uno de importancia, Guadalupe.

El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) cerró con 95.65 por ciento de casillas computadas, reportando una participación de 58 por ciento. Confirmó la victoria del priísta Miguel Alonso Reyes, con 271 mil 312 votos (43.1 por ciento del total); Antonio Mejía Haro, de dicha coalición, alcanzó 145 mil 301 (alrededor de 23 por ciento); el panista Cuauhtémoc Calderón consiguió 107 mil 457 sufragios (17 por ciento), y David Monreal, del PT, 88 mil 136 (14 por ciento). Obtuvo cuatro de cada 10 en su tierra, Fresnillo.

El virtual gobernador electo habló ya de sus prioridades y subrayó que no habrá revanchismos contra el gobierno saliente, pero tampoco impunidad para quien haya violado la ley.

Consideró que los distingos y exclusiones en la actual administración sólo han generado mayor rezago en la entidad. Señaló que hubo falta de equidad. Destacó que el margen tan amplio de victoria confiere un bono de legitimidad para la nueva etapa.

La gobernadora Amalia Garcia reconoció que el candidato que aventaja en los comicios es Alonso Reyes, aunque nunca habló de victorias o derrotas; aseguró que Zacatecas estuvo lejos de las tensiones de otras entidades. Garantizó un proceso de transición transparente y con apego a la ley.

Pese a que fue prácticamente avasallado, Mejía Haro mantuvo su postura de esperar los resultados oficiales definitivos, e informó que había dado órdenes de promover los recursos legales necesarios contra numerosas irregularidades cometidas en la jornada electoral y en días previos.

Nunca admitió la derrota, pero hablaba como un derrotado. En su mensaje de mediodía no había nadie de la dirigencia nacional perredista, que lo dejó completamente solo, con la paliza a cuestas. Se dijo un político honesto y un demócrata cuya obligación era denunciar las tropelías y fechorías del PRI, para que no vuelvan a ocurrir.

–Y en una autocrítica, ¿qué le pasó al PRD?

–No podemos parar toda una avalancha de compra de voto, de cinco o seis estados que tienen muchos mayores recursos que Zacatecas. En todos lados recurrieron a estas prácticas y esto afecta la decisión ciudadana. El PRD ha sabido gobernar Zacatecas, nunca como ahora se ha hecho tanta infraestructura.

Las claves de la victoria priísta fueron las ciudades: una ventaja de cuatro a uno en la capital del estado (casi 40 mil votos frente a 9 mil 336 del perredista); en Jerez tres a uno, y en Guadalupe, donde paradójicamente la coalición Zacatecas nos Une ganó la alcaldía por un margen holgado, en la elección para gobernador la victoria del priísta fue de tres a uno.

En cuanto al Congreso, el PRI y sus aliados apuntaban ya a una mayoría absoluta, pues habían reducido al perredismo a sólo una victoria, frente a 13 distritos ganados por la alianza Primero Zacatecas; en tanto que el PAN y el PT obtuvieron dos cada uno.

La historia en los ayuntamientos no fue muy diferente: de 58, el priísmo ganó 27, entre ellos los principales, a excepción de Guadalupe –único municipio de importancia que el perredismo retuvo– y Fresnillo.

El PAN ganó en 16, la coalición Zacatecas nos Une en 10 y el PT en cuatro, entre ellos Fresnillo.