Madrid, 13 de julio. Siete ciudadanos cubanos excarcelados por el gobierno del presidente Raúl Castro, y 26 de sus familiares, llegaron hoy a Madrid en calidad de emigrados, gracias a la intermediación del gobierno español, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y de la Iglesia católica cubana. A su llegada a España, los opositores al gobierno cubano anunciaron que desde el exilio continuarán su lucha por el cambio en la isla. Se prevé que en los próximos días lleguen cuatro opositores más con alrededor de 25 familiares.

Los cubanos excarcelados forman parte del grupo de los 75 detenidos en 2003 bajo los delitos de conspiración contra el Estado y confabulación con Estados Unidos. Amnistía Internacional los declaró presos de conciencia. Hoy llegaron aquí Ricardo González, Léster González, Omar Ruiz, Antonio Villarreal, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco; todos tienen entre 45 y 60 años de edad y cumplían condenas de 15 a 28 años. Cinco de ellos: Ricardo González, García Paneque, Ávila, Ruiz Hernández y Gálvez eran periodistas.

Los cubanos excarcelados y familias llegaron a España con el compromiso de Madrid de que tendrán una serie de ayudas económicas gestionadas por varias organizaciones no gubernamentales, el trámite de sus papeles de residencia y permisos de trabajo. La cancillería española reconoció, sin embargo, que todavía se desconoce si estos cubanos decidirán quedarse a vivir en España.

A su llegada a Madrid, los siete opositores cubanos tuvieron palabras de reconocimiento para Orlando Zapata, el preso que murió tras una huelga de hambre de 75 días, y para Guillermo Fariñas, el disidente que se abstuvo de alimentación oral durante 135 días. Aseguraron que su salida de prisión representa el comienzo de una nueva etapa para Cuba y los cubanos, al tiempo que recordaron a los los 45 hermanos encarcelados tras las detenciones de marzo de 2003, otros presos políticos y los que se resisten a abandonar la isla.

Calificaron su salida de Cuba en condición de emigrados como un gesto de apertura que fue posible gracias a la lucha de miles de cubanos por la paz y la democracia.

No nos sentimos manipulados, ya que en todas las negociaciones unos ceden de un lado y otros ceden de otro, afirmó Ricardo González, quien añadió que el exilio es una prolongación de la lucha.

Los cubanos estuvieron acompañados del secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, quien confirmó que la cancillería española tiene toda la voluntad de continuar para que llegue a buen puerto el proceso de liberación del resto de los presos, al tiempo que se comprometió a garantizar la protección subsidiaria a los presos y sus familiares para facilitar su plena integración en la sociedad.

Una fuente de la cancillería española confirmó a La Jornada que mañana llegarán a Madrid otros tres presos con 13 familiares y, si se cumple lo previsto, el próximo jueves llegará un preso más con 12 familiares.